Un reto angustioso para Izquierda Unida y el Centro Democr¨¢tico y Social

Para Izquierda Unida (IU) y el Centro Democr¨¢tico y Social (CDS), las elecciones al Parlamento catal¨¢n suponen un reto angustioso. Es la primera vez que los comunistas se enfrentan a una cita con el electorado despu¨¦s de la desaparici¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. El PSUC, el partido hist¨®rico de los comunistas catalanes, es uno de los principales apoyos de los renovadores del PCE. Un retroceso de la federaci¨®n Iniciativa per Catalunya (IC), por ellos impulsada, encendec¨ªa las luces de alarma que a¨²n puedan estar apagadas en el PCE y en Izquierda Unida.Una situaci¨®n similar, aunque por causas totalmente distintas, ajenas a la evoluci¨®n mundial de las ideolog¨ªas que han marcado el siglo XX, se da en el CDS, que acude a estas elecciones ya sin Adolfo Su¨¢rez como presidente del partido. El riesgo del CDS es simplemente el de caer en el foso del extraparlamentarismo. Los 100.000 votos que obtuvo en las elecciones auton¨®micas catalanas de 1988 le colocaron justo en el l¨ªmite del 3% m¨ªnimo para entrar en el reparto de esca?os. Entonces obtuvo tres, pero ahora las encuestas le sit¨²an por debajo del m¨ªnimo. Para el CDS, la batalla de Catalu?a es simplemente la de la supervivencia.

Desaparecer del mapa pol¨ªtico de Catalu?a, donde el secretario general, Antoni Fern¨¢ndez Teixid¨®, obtuvo su actual acta de diputado a Cortes, es un grave rev¨¦s para cualquier partido, pero en este caso podr¨ªa ser el anuncio de un encefalograma plano.