Cantar y dirigir

El se?or Carreras ha actuado de un modo decepcionante. Podr¨ªa recordar alguna vez que el p¨²blico amante de la l¨ªrica se ha volcado en mostrarle su cari?o y admiraci¨®n muy grandes. Pero que conste que esta demostraci¨®n de cari?o no s¨®lo era por su voz -magn¨ªfica, qu¨¦ duda cabe-, sino porque nos parec¨ªa una persona incapaz de hacer feos a nadie. Pero cuando ha tenido ocasi¨®n ha demostrado con su actuaci¨®n como director art¨ªstico en los actos de inauguraci¨®n y clausura de la Olimpiada 92 -al excluir de ellos al gran tenor y compa?ero suyo Alfredo Kraus- que es una persona indigna de ocupar el cargo que el COB le ha conferido.Como rectificar es de sabios y casi siempre se est¨¢ a tiempo de hacerlo, yo le pido al se?or Carreras que, ya que blasona p¨²blicamente de respetar la voluntad de Alfredo Kraus debido a su amistad personal y art¨ªstica con ¨¦l, le ponga ante la alternativa de decidir si quiere o no participar en los actos de la Olimpiada.

Tendr¨¢ una mejor imagen que la que ha dejado ahora. Mi querido se?or Kraus: mis respetos y admiraci¨®n hacia usted. Me alegro de que haya protestado p¨²blicamente por este desprecio tan injusto que ha recibido.- .