La pen¨²ltima oportunidad
Entre la masa de espectadores que se api?aban en el tendido siete, sali¨® una voz. "?Puedo decir que ese novillo est¨¢ medio muerto?". Pod¨ªa. Fue su pen¨²ltima oportunidad. La ¨²ltima ser¨¢ el pr¨®ximo domingo. Y ya no habr¨¢ m¨¢s, porque el d¨ªa 10, martes, entra en vigor el nuevo reglamento.El nuevo reglamento es, salvadas las naturales distancias, lo del nuevo c¨®digo penal, donde ya no basta el delito de injurias sino que van a incluir el de difamaci¨®n, exclusivo para periodistas. Y as¨ª, a los motivos por los que se puede echar a un espectador de la plaza -que perturbe o que ofenda-, el reglamento taurino a?ade el delito de molestar, exclusivo para aficionados que tienen la osad¨ªa de decir "ese novillo est¨¢ medio muerto". O sea que, dentro de una semananita, por eso mismo le pueden echar a la calle.
Tabernero / Pirri, F¨¦lix, Senda
Novillos: 2?, 4? y 5? (devuelto por inv¨¢lido), de Alipio P¨¦rez Tabernero: resto, incluido el sobrero, de Mar¨ªa Luisa Mart¨ªn de P¨¦rez Tabernero. Bien presentados, dieron juego.Pirri: cuatro pinchazos -aviso- y estocada trasera (silencio); pinchazo hondo tendido, tres descabellos, estocada trasera ladeada -aviso con m¨¢s de dos minutos de retraso-, cuatro descabellos y se acuesta el novillo (silencio). Juan de F¨¦lix: pinchazo bajo y bajonazo descarado (silencio); estocada y dos descabellos (silencio). Paco Senda, de Valencia, nuevo en esta plaza: estocada trasera baja (aplausos y tambi¨¦n protestas cuando saluda); pinchazo, bajonazo y rueda de peones (palmas). Plaza de Las Ventas, 1 de marzo. Inauguraci¨®n de la temporada. Tarde fr¨ªa y nublada. Media entrada.
El novillo no estaba tan muerto, sin embargo. Cay¨®se en varas, s¨ª, mas a la muleta embisti¨® codicioso, y Pirri lo tore¨® con cierta enjundia muletera pase a pase, aunque sin ligarlos. Tuvo mayor m¨¦rito en el cuarto, un ejemplar serio con mucho temperamento. Dio Pirri una larga cambiada de rodillas para.recibirlo, lance¨® ce?ido a la ver¨®nica, y todo eso tuvo gran emoci¨®n.
Lleg¨® incierto el toro al ¨²ltimo tercio y Pirri no se acobard¨®. Antes al contrario, aguant¨® achuchones, ensay¨® tenazmente las suertes y pudo sacar dos tandas de redondos en los que el toro acab¨® entreg¨¢ndose al mando del lidiador. Esa era la faena. Ahora bien, les tienen dicho a los toreros que a los toros es preciso sacarles el jugo como si fueran petr¨®leo. As¨ª lo hizo Pirri, claro, y s¨®lo consigui¨® cansar al toro, que se puso a tirar derrotes,. con lo cual la interminable faena acab¨® deslucida, desarmada y avisada. Es lo que suele suceder en las faenas petrol¨ªferas.
Paco Senda las hizo relativamente breves y le lucieron. Le lucieron por lo que queda dicho y tambi¨¦n por el buen corte torero que exhibi¨®, principalmente en su primer novillo. Gusto interpretativo, temple irreprochable, t¨¦cnica perfectamente aprendida. El sexto, un bonito berrendo lucero calcetero, desarroll¨® sentido y Paco Senda resolvi¨® acortarle la vida.
Entre los buenos novillos destac¨® el quinto. A ese novillo pastue?o Juan de F¨¦lix le dio algunos pases con afiamencado empaque. No obstante F¨¦lix estaba m¨¢s pendiente de poner posturas afiamencadas que de torear (tampoco ten¨ªa inter¨¦s en quedarse quieto, sobre todo en el segundo), y lo notaba la afici¨®n, que no pierde detalle. Alguien se lo reproch¨® desde el tendido, naturalmente pidiendo permiso: ?Se puede decir que sobran las posturitas?. La gente se estaba aprovechando, pues sab¨ªa que, una novillada m¨¢s, y semejantes alegr¨ªas habr¨¢n pasado a la historia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.