La sombra de Le Pen
CH. N., "Tenemos que poner las barbas a remojar, despu¨¦s de ver lo que est¨¢ pasando en Francia", advierte el catedr¨¢tico de Antropolog¨ªa, Social Tom¨¢s Calvo Buezas, autor de varios estudios sobre inmigraci¨®n. Aunque en Espa?a la presencia de extranjeros es mucho menor -1,3% de la poblaci¨®n-, le preocupa el fen¨®meno franc¨¦s: la expectativa de voto para la ultraderecha racista del Frente Nacional, presidido por Le Pen, es del 15%.
Calvo se remite a la encuesta del Centro de Investigaciones Soci¨®logicas, hecha p¨²blica el a?o pasado, seg¨²n la cual casi una tercera parte de los espa?oles no rechaza de entrada dar su voto a un partido racista. El resto es radicalmente contrario y los racistas puros s¨®lo alcanzan el 7%.
"El racismo en Espa?a es m¨¢s por cultura que por color. Los m¨¢s rechazados son los gitanos, seguidos de los ¨¢rabes. No descarto que, a medida que lleguen m¨¢s africanos, aumente la discriminaci¨®n hacia ellos% opina Calvo.
Campa?as
En Espa?a, las peque?as formaciones de corte ultraderechista -y los cabezas rapadas- ya realizan campa?as contra los inmigrantes, pero los partidos difieren sobre el riesgo de que el fen¨®meno crezca. "Es un peligro real. Est¨¢ m¨¢s cerca de lo que parece", opina desde el PSOE Carmen Garc¨ªa Bloise, que pide un tratamiento "menos policial" para la inmigraci¨®n.
"Si la politica de integraci¨®n no empieza ya mismo, pasado ma?ana un Le Pen nos pillar¨¢ desprevenidos. Hay que empezar con campa?as de informaci¨®n" a?ade, desde el PCE, Millal¨¦n Mor¨¢n.
En la derecha hay m¨¢s tranquilidad. El senador Luis Fraga, del PP, cree que el riesgo de lepenes es menor. "Aqu¨ª hay menos racismo y xenofobia que en el resto de Europa" puntualiza. Al tiempo, lamenta "el olvido del Gobierno hacia nuestros emigrantes".
Jos¨¦ Luis G¨®mez Calcerrada, del CDS, piensa que hay que aumentar la tolerancia, aunque no cree en el peligro de un rearme de la ultraderecha espa?ola con la bandera antiinmigraci¨®n.
Todos insisten en la necesidad de integrar a los inmigrantes. Los ayuntamientos y comunidades aut¨®nomas pueden jugar un papel destacado en esta tarea. "Para lograr ese objetivo las fuerzas sociales y pol¨ªticas tienen que alcanzar un consenso" apunta Manuel Herrera, responsable de los programas de inmigraci¨®n de C¨¢ritas Espa?ola.
"Si no se adoptan medidas de integraci¨®n y de control de entradas, la inmigraci¨®n puede convertirse en un problema social. ?ste va a ser uno de los grandes temas de la d¨¦cada", pronostica el director general de Migraciones.
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