Presos de la droga
En el sal¨®n de la vivienda los reclusos en libertad condicional componen un curioso retrato familiar. Aparte de Miguel, el uruguayo, hay tres colombianos condenados por tr¨¢fico de drogas, un catal¨¢n que ha cumplido cinco a?os por tr¨¢fico y tenencia il¨ªcita de armas y por dos delitos de robo con intimidaci¨®n.Todos afirman estar viviendo la ¨²nica v¨ªa de reinserci¨®n posible para un preso, al tiempo que aseguran que "el ¨²nico camino que el Estado y la sociedad ofrecen a un expresidiario es el delito".
"Mira, yo estudi¨¦ en una academia militar en Colombia", interviene Mauro M., "me met¨ª en el narcotr¨¢fico desde muy jovencito y empec¨¦ a ganar dinero. He cumplido seis a?os de prisi¨®n en Espa?a, y, a¨²n as¨ª, le aseguro que si no puedo quedarme aqu¨ª y regreso a mi pa¨ªs, volver¨¦ a entrar en el narcotr¨¢fico. No hay otra alternativa para m¨ª. ?Qu¨¦ puedo hacer?, volver para mendigar, o para trabajar doce horas al d¨ªa y recibir un Jornal de hambre. Adem¨¢s, ni yo ni nadie va a olvidar que soy un.expresidiario all¨¢ a donde vaya".
Bodas
A lo largo de estos cinco a?os, por los dos pisos han pasado varias decenas de presos. De ellos, al menos ocho han rehecho su, vida al margen de la delincuencia. "Hace algunos meses asistimos a la boda de un chico que vivi¨® varios a?os en el piso, otros han vuelto con sus familias, y otros tantos han regresado a su pa¨ªs de origen como turistas no como deportados, que suele ser la manera habitual de enviarlos", concluye ?ngeles, para a?adir a rengl¨®n seguido que su mayor ilusi¨®n es la de "no morir sin haber montado un centro de reinsercci¨®n para presos toxic¨®manos".
"Durante los 12 a?os que he pasado en la c¨¢rcel, ¨¦sta es la segunda vez que consigo salir, y ?sabe usted a qui¨¦n se lo debo?, a la se?ora ?ngeles", asegura Joaqu¨ªn llev¨¢ndose una mano al pecho mientras el resto de los componentes del piso asiente con la cabeza. El caso de Joaqu¨ªn tiene, adem¨¢s, una particularidad. Se trata del ¨²nico recluso del piso de acogida que cumplir¨¢ el resto de su condena en la vivienda, bajo la absoluta responsablidad de ?ngeles P¨¦rez. "A Joaqu¨ªn le iban a enviar a cumplir el resto de la condena a una granja para toxic¨®manos, cuando ¨¦l ya se ha desenganchado. Todav¨ªa no est¨¢ del todo decidido, pero creemos que va a venir a la casa concluye ella.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.