Cuerpos represivos
En la sala de juegos de Mafaldalandia, al final del recinto, se ve un cubo de pl¨¢stico lleno de ceras de colores. Los peque?os pueden pintar cosas en las paredes. Pero ya no queda un solo mil¨ªmetro libre. Desde el 9 de abril, apertura de la muestra, 38.000 personas han visitado la exposici¨®n, que estar¨¢ abierta hasta el 14 de junio. A estas alturas, los garabatos lo invaden todo.Fernando La¨ªnez, de 11 a?os, y Javier Moreno, de 10, bien espabilados, han optado por inaugurar una pared limpia, en el centro de la sala, que reproduce el modelo de los rompecabezas: "Moreno y La¨ªnez. Tonto el que lo lea".
Otros ni?os deciden imitarlos. Armados con las ceras, comienzan a decorar el fondo azul. Clara pinta una Mafalda que es una Mafalda porque lo dice ella, y Enrique, que hab¨ªa intentado escribir su nombre por mil sitios, ejerce a placer su egocentrismo. El fervor pict¨®rico se acaba bruscamente. Uno de los j¨®venes encargados de vigilar la exposici¨®n llega corriendo hasta ellos: "?Eh, vosotros, ah¨ª no pod¨¦is pintar". Las ceras de colores vuelven al cubo.
Los ni?os se quedan un poco desconcertados. Han topado con el poder establecido dentro de su para¨ªso. Ni siquiera una exposici¨®n dedicada a una ni?a libertaria y defensora de los derechos infantiles se libra de ¨¦l. Ah¨ª estaban los vigilantes jurados para recordar a los ni?os que los l¨ªmites existen tambi¨¦n en su mundo. ,
Javier, que conoci¨® a Mafalda a trav¨¦s de los libros que le dio su madre y por los cuadernos de pasatiempos, y Fernando, que ha visto al personaje en la tele, deciden volver a casa. Ya han tenido bastante. "El otro d¨ªa vine con mi abuela y no hice nada. Hoy he venido solo y he podido jugar aqu¨ª". Ambos, no obstante, prefieren a Mortadelo.
Clara sale sudorosa del recinto. Est¨¢ contenta, pero. el choque con los cuerpos represivos le ha dejado una espina clavada. "Los polic¨ªas s¨®lo sirven... para decir cosas", comenta con el ce?o fruncido. "A m¨ª me han decido tres cosas: que no beba en un sitio, que no pinte en una pared y otra que no me acuerdo", afiade compungida. Mafalda, sin duda, tendr¨ªa algo que apostillar.
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