Un grupo de 70 'tories' pide que el Reino Unido se replantee su posici¨®n en la CE
El no de Dinamarca puede poner en peligro la siempre precaria paz interna del Partido Conservador brit¨¢nico. Un grupo de 70 parlamentarios tories present¨® ayer, al calor del rechazo dan¨¦s a Maastricht, una moci¨®n en la que se reclamaba un replanteamiento de la posici¨®n del Reino Unido respecto a la Comunidad Europea (CE). La moci¨®n era lo bastante moderada e inconcreta como para recibir el apoyo de numerosos diputados ajenos al grupo de 20 o 30 euroesc¨¦pticos aut¨¦nticos.
Su importancia no radicaba en lo que se ped¨ªa, sino en c¨®mo se ped¨ªa (con una referencia al "mercado com¨²n", en terminolog¨ªa estrictamente thatcherista) y en cu¨¢nta gente lo ped¨ªa (casi un cuarto del grupo conservador en la C¨¢mara de los Comunes)."Urgimos al Gobierno", dec¨ªa la moci¨®n, "a usar la decisi¨®n de posponer los tr¨¢mites de la legislaci¨®n sobre las Comunidades Europeas como oportunidad para replantear el futuro desarrollo de la CE y para concentrar sus esfuerzos, en particular, en la prioridad de la presidencia brit¨¢nica de extender las fronteras de la CE y crear un mercado com¨²n realmente competitivo". El texto no descubr¨ªa nada especial, y no contradec¨ªa los planes expuestos hace un par de semanas por el primer ministro, John Major.
La aparici¨®n del documento, a partir de una simple petici¨®n de firmas colgada en una pared de -los Comunes por el euroesc¨¦ptico Michael Spicer, bast¨® para inquietar a un Gobierno que en menos de cuatro semanas asumir¨¢ la presidencia rotatoria de una Comunidad que se bambolea.
El gabinete se reuni¨® en Downing Street para "estudiar la situaci¨®n creada por el refer¨¦ndum de Dinamarca", seg¨²n la informaci¨®n oficial. Pero John Major no pretend¨ªa tanto estudiar la situaci¨®n'.' (el ministro de Exteriores, Douglas Hurd, era el que realmente lo hac¨ªa en la reuni¨®n de Oslo) como ordenar a sus ministros que cerraran filas y se prepararan para tiempos dif¨ªciles.
Major encaj¨® el no dan¨¦s con una rotunda declaraci¨®n de apoyo a los acuerdos de Maastricht, efectuada el mi¨¦rcoles ante el Parlamento. Pero en su entorno se extiende la impresi¨®n de que el futuro de la Comunidad es muy incierto. La consigna es ahora capear el temporal y salvar de Maastricht lo que se pueda.
Una rebaja en los objetivos comunitarios y un alargamiento de los plazos para conseguirlos encajar¨ªa, por otra parte, con las creencias personales de John Major y de la mayor¨ªa de los tories. El primer ministro no sentir¨ªa ninguna frustraci¨®n, por tanto, si la CE tuviera que hacer una discreta marcha atr¨¢s respecto a la uni¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica. De hecho, ello har¨ªa que los dem¨¢s pa¨ªses se situaran al nivel del Reino Unido, que en Maastricht se neg¨® a aceptar el Cap¨ªtulo Social y consigui¨® que se reconociera su opci¨®n a abandonar el proyecto de uni¨®n monetaria.
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