El Parlamento Europeo pide la ratificaci¨®n urgente de Maastricht pese al 'no' dan¨¦s

Europeo se pronuncio ayer, pese al reciente no de Dinamarca, por la ratificaci¨®n urgente del Tratado de Maastricht. Al mismo tiempo consider¨® que la profundizaci¨®n de la uni¨®n pol¨ªtica y la supresi¨®n del d¨¦ficit democr¨¢tico son condiciones previas para que se acepte el ingreso de nuevos socios en la Comunidad Europea (CE). Esta resoluci¨®n, aprobada ayer por mayor¨ªa en Estrasburgo, empuja a los Doce a acelerar la construcci¨®n europea antes de encarar la ampliaci¨®n. El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jacques Delors, manifest¨® ante la euroc¨¢mara: "Yo ser¨ªa m¨¢s prudente, aunque hay una contradicci¨®n objetiva entre ampliaci¨®n y profundizaci¨®n".

La decisi¨®n del Parlamento Europeo, que ayer se pronunci¨® por una ratificaci¨®n urgente en los Doce del Tratado de Uni¨®n Europea, es la compensaci¨®n a la frustraci¨®n sentida por la totalidad de los grupos parlamentarios, a excepci¨®n de la ultraderecha y algunos comunistas franceses a quienes el tratado les parece ir demasiado lejos. El acuerdo aprobado en Maastricht el pasado 11 de diciembre es "un paso adelante", aunque insuficiente. La moneda ¨²nica es el gran triunfo, pero los puntos d¨¦biles son la uni¨®n pol¨ªtica y el d¨¦ficit democr¨¢tico de la CE (el poder de veto de un solo pa¨ªs y la ausencia de un verdadero poder legislativo de la euroc¨¢mara).La exigencia de hacer la reforma institucional y de ir m¨¢s lejos en la uni¨®n pol¨ªtica, sin esperar a la revisi¨®n del tratado prevista para 1996, influye de lleno en la divisi¨®n estrat¨¦gica de los Doce. Algunos pa¨ªses, por razones diferentes, ponen la prioridad en la ampliaci¨®n. Alemania la defiende por su inter¨¦s en la apertura hacia el Este. Para el Reino Unido, que asumir¨¢ la presidencia el pr¨®ximo semestre -que comienza el 1 de julio-, es una oportunidad de oro para bloquear la construcci¨®n europea y cambiar el rumbo de la CE desde el objetivo federal a una zona de libre cambio.

Reforzar la cohesi¨®n

A los pa¨ªses del sur de la CE, entre ellos Espa?a, la ampliaci¨®n les ofrece el instrumento m¨¢s eficaz de presi¨®n para lograr el reforzamiento de la cohesi¨®n econ¨®mica y social, al que la mayor¨ªa de los Doce se opone por considerar ahora que lo aprobado en Maastricht cuesta demasiado dinero. Delors record¨® que todos los gastos de la CE en 1997 representar¨¢n apenas el 3% de los listados miembros. La presidencia portuguesa defiende que sin un nuevo presupuesto no podr¨¢ iniciarse la negociaci¨®n para la adhesi¨®n de nuevos Estados. Austria, Suecia, Finlandia, Malta y Chipre han presentado ya su candidatura oficial.El Parlamento Europeo ha elegido el tema de la adhesi¨®n porque, al contrario que en la ratificaci¨®n, en esto tiene derecho de veto. La cumbre de Lisboa, los pr¨®ximos 26 y 27 de junio, ser¨¢ el momento para discutir las dos claves del futuro de la CE: la ampliaci¨®n y el nuevo marco presupuestario para poder llevar adelante los retos de Maastricht. El presidente Jacques Delors anunci¨® que la Comisi¨®n Europea presentar¨¢ en Lisboa "un informe de choque". En su opini¨®n, los Doce no han hecho una reflexi¨®n com¨²n sobre la apertura de la Comunidad, ni imaginado soluciones para superar la contradicci¨®n entre profundizaci¨®n y entrada de nuevos socios.

La euroc¨¢mara aprob¨® los informes de los eurodiputados Dailid Martin y Ferdinand Herman, en los que se pide a los Parlamentos de los Doce la ratificaci¨®n sin demora del Tratado de Maastricht. A pesar de las insuficiencias, se impone el posibilismo, y, como dijo el ex presidente franc¨¦s Val¨¦ry Giscard d'Estaing, tampoco hay que olvidar los problemas pol¨ªticos en muchos pa¨ªses, como reflejan las ¨²ltimas elecciones en B¨¦lgica, Francia e Italia. Un retraso en la ratificaci¨®n podr¨ªa ser un golpe de muerte para el futuro de Europa. "La Comunidad no es suficientemente democr¨¢tica, y nuestra aventura es demasiado elitista y tecnocr¨¢tica para que los pueblos la entiendan", dijo Delors.

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