Otra vez
Hay temas que aun antes de abordarlos ya te producen un entumecimiento en la punta de los dedos tecleadores y una congoja de ¨¢nimo. Porque son problemas que te parece haber discutido demasiadas veces, y tan evidentes en su gravedad y en la urgente necesidad de soluci¨®n que piensas que ya deber¨ªan estar resueltos hace muchos a?os.Uno de estos asuntos es el del aborto. Se hizo una ley y result¨® una pifia. Porque el articulado ya era en s¨ª alicorto y medroso, pero luego result¨® adem¨¢s lastrado por esa caterva de violentos censores de .la moral ajena, por el peso muerto de los reaccionarios. Por esos ni?os imberbes que nada saben a¨²n del sufrimiento y que siguen reun¨ª¨¦ndose de cuando en cuando ante las cl¨ªnicas para gritar insultos y t¨®picos mostrencos. Y as¨ª, abortar en Espa?a es a menudo una odisea.
Habr¨¢ que volver a repetir que el aborto es un recurso ¨²ltimo siempre penoso y a menudo tremendo. Las mujeres que ahora pedimos la ampliaci¨®n de la ley del aborto somos quienes mejor sabemos el trauma que conlleva. Pero por eso hay que liberarlo del castigo social y proteger legalmente a las mujeres para que puedan ejercer un derecho elemental: ser due?as de su propio destino. Y en cuanto a esos abstrusos y manipuladores argumentos de los antiabortistas sobre el alma humana de un pu?ado de c¨¦lulas, ?por favor!, seamos serios. En fin, si los hombres parieran, todo estar¨ªa arreglado. No hay m¨¢s que ver lo que sucedi¨® hace poco en Estados Unidos con los embriones que un matrimonio hab¨ªa congelado. La pareja se divorci¨®, y el hombre, contra la voluntad de su mujer, quiso deshacerse de los embriones. ?Y qu¨¦ creen ustedes que sucedi¨® en esos Estados Unidos ¨²ltimamente tan puritan os, donde hay en marcha una feroz cruzada contra el aborto? Pues que simplemente los tiraron.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.