Momento decisivo
KIO dilucida si inyecta liquidez a la empresa o se marcha
J. M. C./ M. ?. N., La crisis de Ercros ha aflorado pocos d¨ªas despu¨¦s de la salida como representante de los intereses de KIO en Espa?a de Javier de la Rosa Mart¨ª, que se convirti¨® en el principal hacedor del aterrizaje del grupo kuwait¨ª en Espa?a. Javier de la Rosa reapareci¨® en el mercado precisamente con las operaciones que hizo para KIO en ERT, Cros y varios bancos. El empresario hab¨ªa pasado varios a?os de penitencia como consecuencia del esc¨¢ndalo Tierras de Almer¨ªa, que provoc¨® en la Banca Garriga Nogu¨¦s (hoy Banc Catal¨¢ de Cr¨¨dit, controlado como aqu¨¦l por Banesto) un agujero de 100.000 millones de pesetas, seg¨²n fuentes bancarias.
Javier de la Rosa tambi¨¦n realiz¨® inversiones personales en las empresas controladas por KIO. Tiene acciones en el grupo Torras y, en concreto, en Ercros posee el 18% a trav¨¦s de varias empresas, principalmente Mesa Redonda. En la actual crisis que agobia a Ercros, duda en arriesgar m¨¢s dinero en una empresa con numerosos interrogantes, pero se ha ofrecido a prestar en cr¨¦dito blando 10.000 millones si KIO pone 15.000. Es la cifra necesaria para cubrir las necesidades hasta final de a?o. Los m¨¢s pesimistas llegan a ver la posibilidad de que KIO abandone Ercros y algunas otras participaciones.
Sin embargo, todos tardan en decidirse y el nuevo hombre fuerte de la empresa, Luis Va?¨®, busca desesperadamente una soluci¨®n, mientras los ejecutivos del grupo, con Josep Piqu¨¦ -un hombre fichado por De la Rosa y su ¨ªntimo socio Narciso de Mir, ex presidente de Ercros- al frente, proponen que se presente la suspensi¨®n de pagos y que luego KIO, que adem¨¢s de accionista es acreedor, apoye financieramente (es decir, que asuma algunos riesgos de otros acreedores).
Los 20 d¨ªas de Recio
La historia de esta crisis de Ercros quedar¨ªa coja si no apareciera el nombre de Jos¨¦ Aureliano Recio, un hombre que por sus buenas relaciones en el PSOE y con varios ministros conformaba el perfil que buscaba KIO para abrir puertas en la Administraci¨®n (anteriormente ya lo hab¨ªa hecho incorporando a Javier Vega de Seoane, que fuera director general del INI en la ¨¦poca de Luis Carlos Croissier como presidente, justo cuando Croissier era ministro de Industria). Recio, que era director general del BBV -donde se ha mantenido de consejero-, se lo pens¨® durante m¨¢s de tres meses y estudi¨® el grupo a fondo hasta que acept¨®. Tras incorporarse a la presidencia de Ercros se produjo el abandono de De la Rosa y el inicio del caos. Recio present¨® un plan, que los kuwalt¨ªes negociaron con Industria con el objeto de sacar ayudas, pero fracasaron. Tal vez por eso quitaron el apoyo al plan de Recio -como todos, basado en ajustes de capacidad y de plantilla- y el ejecutivo andaluz dimiti¨® el d¨ªa de la junta de accionistas, 20 d¨ªas despu¨¦s de su incorporaci¨®n.
En toda historia de aventuras -y ¨¦sta lo es- siempre hay antagonistas. Destac¨® en ese papel el presidente de ERT Jos¨¦ Mar¨ªa Escondrillas, que se parapet¨® en la empresa y se opuso a cualquier intento de control por parte del nuevo accionista. Escondrillas se hab¨ªa hecho fuerte en ERT tras renegociar la deuda que arrastr¨® a la compa?¨ªa a una crisis similar a la actual en 1982.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.