Rabin se cubre las espaldas
EL NUEVO primer ministro de Israel, el laborista Isaac Rabin, presentar¨¢ hoy su Gobierno ante el Parlamento. Ha creado una coalici¨®n con 62 de los 120 diputados: adem¨¢s de los 44 de su partido, los 12 del Meretz, a su izquierda, y los seis sefard¨ªes ortodoxos del Shas, a su derecha. Contar¨¢ adem¨¢s con el apoyo exterior de los tres diputados del frente comunista Jadash y los dos del Frente Democr¨¢tico ?rabe. Podr¨¢ as¨ª gobernar con cierta comodidad con vistas a un futuro nada f¨¢cil de negociaciones y de reconstrucci¨®n de la econom¨ªa. Pero su Gobierno es m¨¢s fruto de la desafecci¨®n -no querida por Rabin- de los partidos de la derecha y de los religiosos integristas que de una clara opci¨®n progresista y de negociaciones de paz.La voluntad de identificar al laborismo con el centro de gravedad del pa¨ªs, muy en l¨ªnea con lo que Rabin representa dentro del laborismo, no es la ¨²nica raz¨®n para explicar esa opci¨®n. El primer ministro pretend¨ªa tambi¨¦n probablemente cubrirse las espaldas por ambos flancos ante decisiones que deber¨¢ adoptar en los pr¨®ximos meses. Pero quiz¨¢ tambi¨¦n dotarse de una coartada para justificar el aplazamiento indefinido de las m¨¢s delicadas de esas decis¨ªones con el argumento de las presiones contradictorias que comprometer¨ªan la estabilidad de su Gobierno.
El programa electoral con el que Rabin obtuvo su victoria hace unas semanas contemplaba la congelaci¨®n por un a?o de los asentamientos en los territorios ocupados, manteniendo tan s¨®lo los considerados estrat¨¦gicos; la reinversi¨®n de los fondos as¨ª ahorrados en el interior de Israel; el mantenimiento a ultranza de la unidad de Jerusal¨¦n, y el inicio de negociaciones con los palestinos de Gaza y Cisjordania para que acepten la perspectiva de constituci¨®n de administraciones aut¨®nomas. Configuraba todo ello un plan de acci¨®n que, cuando menos, era susceptible de discusi¨®n con los adversarios ¨¢rabes. Contrariamente a las intenciones del primer ministro saliente, Isaac Shamir, el prop¨®sito declarado de Rabin era reforzar el di¨¢logo de paz iniciado en Madrid en oto?o pasado. Una buena receta para la paz y para conseguir de Estados Unidos las garant¨ªas de pr¨¦stamos por 10.000 millones de d¨®lares que permitan a Israel proseguir con ¨¦xito su programa de acogida de inmigrantes jud¨ªos.
Sin embargo, a medida que pasaban los d¨ªas y que progresaban las negociaciones para la constituci¨®n del Gobierno, Rabin fue aguando su programa. La conveniencia de dotar al Gobierno de una base lo m¨¢s amplia posible ante los acontecimientos que se avecinan ha servido de pretexto para ir estilizando los compromisos o- supeditando su efectiva realizaci¨®n a nuevas condiciones. Hasta el ¨²ltimo momento ha intentado integrar al partido ultranacionalista Tsometh (ocho diputados), que ya hab¨ªa arrancado de Rabin el compromiso de someter a refer¨¦ndum cualquier eventual iniciativa de retirada de los territorios ocupados. No han sido divergencias pol¨ªticas las que finalmente han hecho fracasar el intento de agregaci¨®n de los ultras del Tsometh a la coalici¨®n, sino de reparto de poder: su l¨ªder, Rafael Eytan, aspiraba a la cartera de Educaci¨®n, que Rabin ya hab¨ªa prometido al jefe de fila del Meretz.
As¨ª, el Gobierno, con el apoyo directo de 62 diputados e indirecto de otros cinco, s¨¦ configura como una coalici¨®n claramente inclinada a la izquierda. El Meretz, convertido en principal socio de los laboristas, no s¨®lo defiende la inclusi¨®n de la OLP en el proceso de negociaci¨®n, sino que ha anunciado su intenci¨®n de plantear una proposici¨®n para eliminar la norma que proh¨ªbe los contactos entre israel¨ªes y representantes de la organizaci¨®n que preside Arafat. Pero -queda por ver si Rabin mantendr¨¢ el programa con el que gan¨® las elecciones o el m¨¢s moderado que hab¨ªa ofrecido a sus frustrados socios. Demomento, la presencia de Sim¨®n Peres, l¨ªder del sector del laborismo m¨¢s abierto a la negociaci¨®n, en la importante cartera de Exteriores es un dato alentador.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Conferencia Madrid 1991
- OLP
- Avoda
- Franja Gaza
- Opini¨®n
- Isaac Rabin
- Conferencia paz
- Cisjordania
- Conflicto ¨¢rabe-israel¨ª
- Negociaciones paz
- Israel
- Territorios palestinos
- Proceso paz
- Madrid
- Relaciones internacionales
- Geopol¨ªtica
- Elecciones
- Pol¨ªtica exterior
- Oriente pr¨®ximo
- Comunidad de Madrid
- Gobierno
- Asia
- Administraci¨®n Estado
- Organizaciones internacionales
- Conflictos