Aprender a respirar
Hace muchos a?os, finalizaba la d¨¦cada de los cincuenta, yo estaba dando mis primeros pasos en la direcci¨®n esc¨¦nica, pasando por una intermitente serie de esperanzas y frustraciones, que me provocaban estados de ¨¢nimo extremos.De una forma infantil, quer¨ªa enfrentarme a los problemas de una profesi¨®n, cambiar algo con lo que no estaba de acuerdo; yo ven¨ªa del campo de la interpretaci¨®n, Real Conservatorio de M¨²sica y Declamaci¨®n, y de una profesi¨®n que me hab¨ªa decepcionado; intentaba encontrar una forma de comportamiento en escena que hiciese al actor diferente del que nos mostraba la rutina profesional. No estaba de acuerdo con el actor de oficio, buscaba las posibilidades de un actor diferente, creativo, un actor que tuviese la necesidad de decir, significar en escena algo completaraente distinto. Las teor¨ªas de Stanislavsky nos llegaban a trav¨¦s de Argentina en oscuras y confusas traducciones.
Cuando conoc¨ª a William Layton fue como aprender a respirar. Me encontraba frente a un hombre de car¨¢cter exaltado, entusiasta, que en parte tra¨ªa la soluci¨®n a mi apetito.
William Layton me aclar¨® muchas de las fases oscuras en el dificil proceso de b¨²squeda, me ahorr¨® el in¨²til deambular por senderos desconocidos, mostr¨¢ndome la posibilidad de un camino m¨¢s seguro y firme.
William Layton no s¨®lo era educador de actores, sab¨ªa comunicarnos una t¨¦cnica positiva para nuestra profesi¨®n, sino tambi¨¦n las posibilidades de un amplio desarrollo creativo que nos guiaba hacia la forma de trabajo dentro de una sociedad.
Stanislavsky dijo: "Es preciso amar el arte en uno mismo y no a uno mismo en el arte".
Gracias, William, por haberte conocido y gracias porque algo muy importante para m¨ª cambiaba. Gracias tambi¨¦n por haberte quedado entre nosotros con tu enorme generosidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.