Los defensores del 's¨ª' en Francia vuelven a confiar en su victoria

"El mejor resultado para el Reino Unido y para Europa de este refer¨¦ndum es una neta victoria del s¨ª", dijo ayer el primer ministro brit¨¢nico, John Major. Como Fran?ois Mitterrand, Jacques Delors, Helmut Kohl, Felipe Gonz¨¢lez y los dem¨¢s partidarios, franceses y no franceses, del Tratado de Maastricht, Major respiraba de nuevo. Las encuestas probaban que la intervenci¨®n televisiva de Mitterrand en la noche del pasado jueves consolid¨® las posibilidades de triunfo del s¨ª en el crucial refer¨¦ndum franc¨¦s sobre Maastricht del pr¨®ximo 20 de septiembre.Los defensores de Maastricht nunca creyeron de veras en la posibilidad de perder, pero la febril campa?a veraniega de los predicadores del no hab¨ªa conseguido meterles miedo.

A finales de agosto, varias encuestas daban la ventaja al no, Los enemigos de Maastriclit hab¨ªan conseguido convencer a millones de personas de que votar contra el tratado es la mejor manera de darle una patada en el trasero a un poder socialista identificado con el aumento de[ paro y la corrupci¨®n pol¨ªtica, la decadencia de la agricultura y la p¨¦rdida de soberan¨ªa nacional.

Argumento supremo

Reci¨¦n regresados de sus vacaciones, los partidarios del s¨ª recurrieron a su argumento supremo: la descripci¨®n del apocal¨ªptico paisaje que puede seguir a un voto franc¨¦s negativo a Maastricht. Francia comenzaba a inquietar a los europeos y Felipe Gonz¨¢lez y Helmut Kohl volaron en socorro del s¨ª. Philippe S¨¦guin, Philippe De Villiers y los dem¨¢s enemigos de Maastricht denunciaron estas "ingerencias extranjeras".El s¨ª volvi¨® a recuperar el mando en las encuestas cuando todav¨ªa faltaba el plato fuerte de la intervenci¨®n de Mitterrand en un debate de tres horas celebrado en La Sorbona y retransmitido en directo por la televisi¨®n. Los defensores del s¨ª tem¨ªan m¨¢s, que los del no esta intervenci¨®n. Si Mitterrand no lograba deslindar su impopular figura presidencial de la aprobaci¨®n de Maastricht, la batalla francesa, estaba perdida.

Pero Mitterrand estuvo en plena forma. Evit¨® ser catastrofista y su calma, didactismo y sentido del humor ganaron el debate. El viernes, el s¨ª sigui¨® progresando y ya alcanza el 56% de las intenciones de voto.

A Jacques Chirac y Val¨¦ry Giscard d'Estaing, los l¨ªderes de la derecha que defienden el Tratado de Maastricht, les queda ahora un trabajo de H¨¦rcules: movilizar a sus partidarios a favor del s¨ª.