La crisis econ¨®mica y la Catalu?a posol¨ªmpica protagonizan el pleno del Parlamento aut¨®nomo
La segunda jornada del debate de pol¨ªtica general en el Parlamento catal¨¢n estuvo dominada por la coincidencia general de que Catalu?a entra en una nueva fase por dos razones: la recesi¨®n econ¨®mica, que fue el tel¨®n de fondo de todos los discursos, y la reciente feliz culminaci¨®n de la larga etapa ol¨ªmpica, que ha demostrado la existencia de enormes potencialidades.
El socialista Raimon Obiols, l¨ªder del primer grupo de la oposici¨®n, se emple¨® a fondo para presentar el ¨¦xito ol¨ªmpico como fruto de un modelo dirigido por su partido y, en particular, por el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, que ahora aspira a aplicar por la v¨ªa del consenso al conjunto de Catalu?a. Pujol respondi¨® a esa pretensi¨®n afirmando que el vac¨ªo dejado por el cumplimiento del proyecto ol¨ªmpico debe ser llenado por otro denominado Catalu?a, dirigido por ¨¦l desde la presidencia de la Generalitat.El jefe del Ejecutivo asegur¨®, en su debate con Obiols, que no ten¨ªa ning¨²n inconveniente en reconocer que la primera responsabilidad en el ¨¦xito ol¨ªmpico recae en Maragall. Pero lo hizo para agregar inmediatamente: "Poner a la ciudad al frente del proyecto era la ¨²nica forma de evitar que nos enviaran un Pell¨®n, [presidente de la Sociedad Estatal Expo 92]. Pero nosotros [por Converg¨¨ncia i Uni¨®] tenemos un proyecto m¨¢s importante, y m¨¢s permanente, que es Catalu?a. Y quien tiene que estar al frente de ¨¦l es la Generalitat".
Que Pujol est¨¢ dispuesto a continuar la colaboraci¨®n con los socialistas en el Gobierno lo dijo ¨¦l mismo en una de las referencias a la crisis econ¨®mica. "Ahora conviene predicar sosiego. Tenemos la obligaci¨®n de ayudar al Gobierno central, aunque insistiendo en que Espa?a no debe presentarse en Europa como el primero de la clase, como Solchaga ha pretendido err¨®neamente".
Obiols recrimin¨® a Pujol sus pasadas manifestaciones sobre la conveniencia de devaluar la peseta. Pujol le replic¨® que el Obiols la propugnaba en febrero. El presidente de la Generalitat se refiri¨® a los ¨²ltimos acontecimientos econ¨®micos para defender Maastricht. "Si ahora el Banco Central, alem¨¢n act¨²a como banco central europeo, con Maastricht el banco central ser¨¢ de todos los europeos".Esta colaboraci¨®n con el Gobierno socialista constituy¨® el eje de los ataques, furibundos, que el presidente del Partido Popular (PP), Aleix Vidal Quadras, dirigi¨® contra CiU. Vidal-Quadras intent¨® convencer a Pujol de que ha sido un profundo error el apoyo dado por CiU a la pol¨ªtica econ¨®mica dirigida por Solchaga.
La corresponsabilidad de CiU con la pol¨ªtica del ministro Solchaga fue tambi¨¦n el blanco de los ataques de Iniciativa per Catalunya. Su presidente, Rafael Rib¨®, acus¨® adem¨¢s a Pujol de defender ret¨®ricamente que la base de la econom¨ªa catalana debe ser el sector industrial para, en la pr¨¢ctica, apoyar al capital especulativo. "Por qu¨¦ se presenta c¨®mo modelo de empresario catalanista al prototipo de capitalista especulativo", dijo refiri¨¦ndose al que fue hombre fuerte de KIO, Javier de la Rosa.
El l¨ªder de ERC, ?ngel Colom, insisti¨® en que la pertenencia a Espa?a no aporta beneficios a Catalu?a y que cada vez es mayor la necesidad de la independencia. "No s¨¦ qu¨¦ esperamos para divorciarnos de Espa?a", indic¨® tras afirmar que Gonz¨¢lez y Solchaga "le est¨¢n enga?ando a usted y a todos los catalanes".
Pujol, pese a mostrarse comprensivo con los postulados de Colom, a?adi¨® que las reivindicaciones maximalistas de ERC quedar¨ªan en meras actitudes demostrativas al no poder contar con mayor¨ªa en las Cortes. Pujol insisti¨® en rechazar el horizonte de la independencia.
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