Juan Vil¨¢ Reyes: "La demora es la peor de las injusticias"

El empresario Juan Vil¨¢ Reyes (Barcelona, 1925) acaba de publicar El atropello Matesa (Plaza y Jan¨¦s), un libro en el que asegura que cuenta toda la verdad sobre un caso abierto a finales de los sesenta, en el tardofranquismo, y que todav¨ªa contin¨²a abierto. Vil¨¢ Reyes, principal implicado en el llamado caso Matesa, aporta en el libro su testimonio personal sobre la empresa de fabricaci¨®n de telares y sobre un caso con implicaciones pol¨ªticas que a¨²n no se ha cerrado."Matesa fue un atropello, como se?alo en el t¨ªtulo, para decirlo de una manera suave", afirma Juan Vil¨¢ Reyes. "Es excesivo que un caso siga abierto 23 a?os despu¨¦s. Creo que se tiene que hacer justicia, y la peor de las injusticias es la demora. Lo grave es que est¨¢ por resolver el tema del arbitraje, a pesar de que hay una ley que obliga a ello".

En el libro, Juan Vil¨¢ Reyes se remonta a los or¨ªgenes de la industria textil familiar y explica la creaci¨®n de la empresa IWER y de su innovaci¨®n del telar sin lanzadera. Tambi¨¦n relata los pormenores del llamado caso Matesa, sus entrevistas con Franco, con miembros del Opus Dei que pertenec¨ªan al G¨®bierno, sus a?os de c¨¢rcel."

Caso extra?o

Fue un caso extra?o desde el primer mornento", comenta el empresario, "porque ya desde el primer momento hab¨ªa una legislaci¨®n especial del franquismo que permit¨ªa que alguien que no era un juez, un abogado del Estado, me metiera en la c¨¢rcel. Cuando el caso fue a la Audiencia ordinaria me condenaron a pagar 8.900 millones de indemnizaci¨®n y, una vez en el Supremo, ya en la Monarqu¨ªa, se confirm¨® la sentencia. A partir de 1977, sin embargo, empiezan a salir sentencias contradictorias que se?alan que no soy yo quien debe pagar, sino el seguro. En 1981, el pleno de las Cortes, con UCD, aprueba una disposici¨®n transitoria que indica que se deben liquidar las cuentas, bien por transacci¨®n o por arbitraje. La transacci¨®n qued¨® descartada y s¨®lo queda el arbitraje, que, sin embargo, no se ha producido"."Si he esperado 23 a?os a escribir este libro", a?ade Vil¨¢ Reyes, "es porque sab¨ªa que llegar¨ªa un momento en que el sistema de telar sin lanzadera se acabar¨ªa imponiendo mundialmente". En el momento de destacar a un personaje que le ayudara en este caso, Vil¨¢ Reyes no duda en se?alar a Jos¨¦ Mar¨ªa Gil-Robles y Qui?ones, a quien dedica elogiosas palabras en el libro. "Gil Robles", comenta, "me dijo en cierta ocasi¨®n: 'Usted siga adelante, que no puede perder'. Seguir¨¦ adelante, pues, y lo hago, no ya como un derecho, sino como una obligaci¨®n de defender al ciudadano ante la ley".