Las constructoras cercan Los Focos como presi¨®n para que se desalojen las chabolas

Kil¨®metro y medio de valla de hormig¨®n rodea las chabolas de Los Focos. Hasta hace d¨ªas, las familias gitanas observaban con estupor el avance del cerco. La extra?eza ha dado paso ya a la indignaci¨®n. Sienten que se les encierra "como a ganado". Sus chabolas deben desaparecer para no entorpecer la construcci¨®n del pol¨ªgono de Las Rosas (7.000 viviendas), pero ellos a¨²n no tienen piso adonde ir realojados. El concejal de San Blas, Isaac Ramos, explica: "Las vallas se ponen como un toque de atenci¨®n para que las administraciones lleguen a un acuerdo y desmantelen el poblado".

Mientras el Ayuntamiento, el Gobierno y la Comunidad llegan a ese entendimiento financiero y escogen el suelo adecuado para los realojamientos, los obreros de la empresa Construcciones y Transportes Hermanos Luis siguen adelante con la valla, promovida por las empresas constructoras. Ramos asegura que nadie quedar¨¢ encerrado; "pero quiz¨¢ teman", apostilla, "que as¨ª la polic¨ªa controle mejor la venta de droga".La valla, formada por placas de hormig¨®n de dos metros de altura, no s¨®lo rodear¨¢ el poblado chabolista. Su finalidad es delimitar todos los terrenos -unos 10 millones de metros cuadrados- que forman el pol¨ªgono de Las Rosas.

El trazado tiene un per¨ªmetro de nueve kil¨®metros, tres de ellos alrededor de Los Focos. Ocupa una amplia zona entre Las Musas, la avenida de Daroca, la M-40 y la avenida de Guadalajara. El tramo de cerca que va desde los l¨ªmites de Los Focos a Las Musas empez¨® a instalarse ayer.

Ramos, presidente de la Junta de San Blas, afirma que "se han puesto vallas de hormig¨®n porque de cualquier otro material las robar¨ªan". Los terrenos deben empezar a urbanizarse en enero. Y a?ade: "No va a entrar ni una m¨¢quina hasta que haya una soluci¨®n para los chabolistas".

Las primeras planchas se colocaron hace un mes junto a la avenida de Guadalajara. Entonces la obra s¨®lo despert¨® curiosidad. Pero el malestar aumenta a medida que la muralla se acerca a la zona m¨¢s poblada, sobre la M-40 y junto a la avenida de Daroca.

Los chabolistas tienen la sensaci¨®n de estar en un redil. Adem¨¢s, la instalaci¨®n de la valla dejar¨¢ extramuros un buen n¨²mero de casetas. Fuentes municipales aseguran, sin embargo, que "se van a dejar cinco o seis salidas, as¨ª que nadie quedar¨¢ encajonado". Las ¨²nicas familias que no se ver¨¢n afectadas ser¨¢n las 70 desplazadas al otro lado de la M-40.

Ya hay dos chabolas que han quedado solas. Una de ellas, junto a la avenida de Guadalajara. La otra, sobre la M-40. Por ahora las dos familias, que tienen chapa (derecho a realojo en vivienda p¨²blica), siguen comunicadas. Los operarios de la empresa que ejecuta las obras han dejado sendos boquetes para que puedan salir y entrar. Ayer, varios de los patriarcas del campamento se entrevistaron con Isaac Ramos. Quer¨ªan explicaciones sobre la valla. Algo que obtuvieron. Pero tambi¨¦n ten¨ªan deseos de saber si se les va a dar o no la vivienda prometida. Esa respuesta depende de que el Ayuntamiento y la Comunidad desbloqueen los problemas de financiaci¨®n del Consorcio para el Realojamiento de la Poblaci¨®n Marginada.

Algunos chabolistas creen que deber¨ªan organizar algo gordo para mostrar su descontento. "Vamos a comprar un bote de pintura y a escribir bien grande: muro de Berl¨ªn", afirma uno de ellos. "Si no nos dan una respuesta nos ver¨¢n en el Ayuntamiento a hombres, mujeres y ni?os tocando cacerolas, que ya est¨¢ bien de promesas de viviendas que nunca llegan", a?ade otro.

Uno de los chabolistas, quejoso de la falta de uni¨®n para afrontar los problemas, se muestra pesimista: "A algunos gitanos de los que vivimos aqu¨ª les da igual que les den casa o no. Ellos tienen mucho dinero y un chal¨¦ en Plasencia, pero otros s¨®lo contamos con cuatro tablas y vemos que nunca llegan los pisos".