Una crisis que preocupa

La palabra crisis flota en el aire en la actual edici¨®n de la Feria de Francfort. Algunos editores se atreven a pronunciarla abiertamente, aunque muchos de ellos prefieren silenciarla. Las consecuencias, sin embargo, saltan a la vista: ya no hay carreras millonarias para contratar libros y los tiempos de euforia se han acabado.Alex Broch, editor de Edicions 62, apuntaba una cifra contundente. "En 1980, el tiraje medio de una edici¨®n era, de 4.000 ejemplares, mientras que ahora se ha reducido a 2.000. El libro no se vende como antes", indica.

Otro dato. En una reciente reuni¨®n convocada por el Gremio de Editores para tratar el tema de las crecientes devoluciones de librer¨ªas asistieron pr¨¢cticamente todos los convocados. "En otros tiempos no iba casi nadie", comenta un veterano editor. "Hay s¨ªntomas de crisis".

El descenso de las ventas, la inflaci¨®n de t¨ªtulos, las deficientes estructuras espa?olas, son temas que salen a menudo en, la Feria del Libro de Francfort. EI director de la feria, Peter Weidhaas, tambi¨¦n entra en la pol¨¦mica para se?alar: "Yo no veo una crisis del libro, o de la lectura; se trata m¨¢s bien de problemas de tipo econ¨®mico. En el caso de Espa?a es distinto, porque hay una crisis estructural".

Algunas editoriales espa?olas, se comenta en Francfort, han llegado a un pacto, alarmadas por la crisis, para evitar las pujas desmesuradas de los ¨²ltimos a?os, que han tenido por protagonistas a autores como Ken Follet o Tom Wolfe, en el extranjero, o F¨¦lix de Az¨²a, en el mercado espa?ol.

En la l¨ªnea de buscar salidas a la crisis son varias las editoriales que miran hacia el mercado italiano, donde el libro de bolsillo barato se ha convertido en la estrella. Alfaguara ya ha anunciado una colecci¨®n de bolsillo, que presentar¨¢ dentro de pocos d¨ªas. Anagrama puso en marcha sus compactos, y Enrique Murillo, director literario de Plaza y Jan¨¦s, comenta que fue la edici¨®n de bolsillo la que salv¨® los n¨²meros de la editorial en el pasado ejercicio.