Olvido contra barbarie
Irene Villa no recuerda el atentado que le mutil¨® las piernas
Mar¨ªa Jes¨²s Gonz¨¢lez y su hija Irene Villa, de 13 a?os, mutiladas en un atentado de ETA en Madrid el 16 de octubre de 1991, han hecho del olvido su mejor arma frente a la tragedia. "No recordamos nada del atentado. Si estuvi¨¦ramos pensando en los asesinos, eso nos impedir¨ªa vivir", explica la madre. Una pensi¨®n de 256.000 pesetas mensuales, m¨¢s 14 millones de indemnizaci¨®n, intentan vanamente compensar la p¨¦rdida un brazo y una pierna de la madre, de las dos piernas de la hija y de la amputaci¨®n de tres dedos de la mano izquierda y una falange de la derecha.
El voluntarismo de Irene, heredado de su madre, hace que afronte como mayor problema las matem¨¢ticas de su primer curso de BUR "Es lo que m¨¢s me cuesta". M¨¢s por curiosear que por trabajar, ya que no puede permanecer mucho rato de pie, acude los fines de semana a una tienda que gestiona la familia en Rivas-Vaciamadrid. "La firma para la que trabajamos nos ahorr¨® la franquicia de enganche ¨²nicamente. Pero ni nos han regalado el local ni el chal¨¦. El local nos lo han cedido, y el chal¨¦, igual, porque a la ni?a le daba cosa ba?arse en verano en una piscina p¨²blica", apostilla la madre, que con humor negro implacable ironiza por qu¨¦ no trabajan en la tienda: "Una manca y una coja, qu¨¦ mal efecto".La metralla qued¨® en el olvido para Irene: "No recuerdo nada. Me qued¨¦ inconsciente. Y no he querido ver las im¨¢genes". Hoy, de no haber truncado sus piernas la-lucha-armada-comofactor-decisivo-en-el-desgastedel-enemigo, esta buena moza ser¨ªa hoy p¨ªvot del equipo de baloncesto de su colegio. No entrena menos que Sabonis: "Voy todas las tardes a rehabilitaci¨®n y eso me quita tiempo para todo". Ya encest¨® su triple. Consigui¨® abandonar la silla de ruedas y luego una de sus dos muletas. Pero camina sola. Entre libros de Aventuras de los Cinco, el cine, charlar con amigas y amigos, ju gar con el ordenador, Irene, "una ni?a de 13 a?os que no sabe tener rencor", como la define su madre, vela su futuro -"me gustar¨ªa ser periodista de radio o inform¨¢tica. He hecho muchos amigos y he recibido un mont¨®n de cartas"- y paladea la popularidad: "A todos nos gusta que nos conozcan".
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