Roca demostr¨® su control del partido en la elecci¨®n de los 40 consejeros

Miquel Roca demostr¨® ayer, en la elecci¨®n de los miembros del Consejo Nacional, que no se exageraba cuando se dec¨ªa que el secretario general ejerc¨ªa un f¨¦rreo control sobre el aparato del partido. El complejo mecanismo de elecci¨®n de los 40 miembros hace dif¨ªcil un an¨¢lisis muy preciso, pero dos cosas s¨ª quedaron claras: los roquistas presentaron una lista de 20 miembros y 18 salieron elegidos. Desde el entorno de Jordi Pujol se distribuy¨® otra de 16 personas y tan s¨®lo ocho formar¨¢n parte del Consejo Nacional.Las votaciones para elegir a los 40 consejeros que debe designar el congreso se hizo entre una lista abierta de 84 candidatos. Ello significa que no hab¨ªa candidaturas contrapuestas de manera formal, pero que cada sector hizo circular su propia lista para que sus seguidores concentraran sus votos en los afines.

Tras el recuento quedaron fuera una parte del c¨ªrculo m¨¢s inequ¨ªvocamente pujolista -Ramon Goicoechea, amigo de Pujol y alto cargo de Presidencia, y Marc Puig, portavoz de Acci¨® Ol¨ªmpica, que impuls¨® junto con la Crida la campa?a Freedomfor Catalonia durante los Juegos Ol¨ªmpicos- y varios cargos de la Generalitat. La victoria de los roquistas fue tan apabullante, que de los 15 consejeros m¨¢s votados 10 iban en su candidatura y s¨®lo tres en la pujolista.

Uni¨®

La elecci¨®n de los 40 miembros del Consejo Nacional no tiene una importancia capital ya que el m¨¢ximo ¨®rgano entre congresos est¨¢ formado por m¨¢s de 300 miembros, muchos de ellos natos, como los consejeros del Gobierno catal¨¢n, los parlamentarios en las Cortes y los auton¨®micos. Sin embargo, la elecci¨®n se vivi¨® como un aut¨¦ntico pulso entre los roquistas y los m¨¢s estrechos colaboradores del presidente de la Generalitat.Durante la jornada circularon varias listas. Adem¨¢s de las dos citadas, se distribuyeron otras pactadas entre los responsables de las organizaciones territoriales. Todo esto provoc¨® una situaci¨®n an¨®mala entre los delegados, acostumbrados a que se les facilitara desde la direcci¨®n una lista pactada entre Pujol y Roca.

En otro orden de cosas, los congresistas ironizaban sin rebozo sobre la coincidencia del viaje a Venezuela y Argentina del l¨ªder de Uni¨® Democr¨¢tica (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, con la celebraci¨®n del congreso de Converg¨¨ncia. Esa coincidencia ahorr¨® a Duran Lleida ser el destinatario de los silbidos, pocos, que recibi¨® el vicepresidente de Uni¨®, Ignasi Farreres, cuando se dirigi¨® a la tribuna para transmitir la salutaci¨®n del partido aliado. Uni¨® era el ¨²nico partido espa?ol invitado al congreso.