Del peligro japon¨¦s al de una "sola Am¨¦rica"
Los fabricantes japoneses (plantas locales o transplants e importaciones), con una cuota del 38% en el mercado norteamericano de coches y camiones, perder¨¢n posiciones durante este a?o en EE UU en beneficio de los tres grandes (GM, Ford y Chrysler).Hay algunas pruebas de que el empuje de la industria nipona de los a?os setenta y ochenta atraviesa momentos de cambio. La capacidad para mantener su tradicional ventaja comparativa a partir de la productividad laboral tiene sus l¨ªmites, lo que obligar¨¢ a incrementar los gastos de capital en automatizaci¨®n y equipos. "Pero ahora ya no puede reunir dinero porque resulta muy caro. Hace algunos a?os, las empresas emit¨ªan certificados de opci¨®n y bonos. Pagaban un tipo de inter¨¦s del 2,5%; ahora pagan el 7%. Y tal y como est¨¢ la bolsa, no pueden ampliar capital", explica Scott Merlis, responsable del sector automovil¨ªstico de la banca Morgan Stanley.
Por estas necesidades, las empresas japonesas han incrementado sus precios en el mercado norteamericano, lo que ha provocado una baja de ventas y, con ello, una previsible p¨¦rdida de 1,5% en cuota de mercado durante 1992.
Sin embargo, la amenaza japonesa y la reestructuraci¨®n competitiva de la industria estadounidense a¨²n le quita el sue?o al sindicato de trabajadores del autom¨®vil (UAW), que perdi¨® en los a?os ochenta 500.000 afiliados, un tercio de los efectivos con que contaba al empezar la d¨¦cada. "En 1983, el primer a?o de producci¨®n completa de una planta japonesa en Am¨¦rica del Norte, las ventas de coches importados japoneses totalizaba 2,4 millones de unidades. Ocho a?os despu¨¦s, esas importaciones a¨²n superan los 2 millones", dice Ronald Blum, economista del departamento de investigaci¨®n del UAW. Acerca del acuerdo de libre comercio firmado entre EE UU, Canad¨¢ y M¨¦xico, que unifica a toda la parte norte del continente, su respuesta es tajante: "Ya se han perdido miles de puestos de trabajo en favor de plantas situadas en M¨¦xico para aprovechar los salarios inferiores y las casi nulas regulaciones para la industria".
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