La reforma fiscal urgente

En los ¨²ltimos 10 a?os, el gasto p¨²blico ha crecido m¨¢s deprisa en Espa?a que en ning¨²n otro pa¨ªs de la CE. La financiaci¨®n de este gasto no ha sido sencilla y aunque el Gobierno socialista ha aumentado la presi¨®n fiscal m¨¢s que nadie el d¨¦ficit p¨²blico se ha disparado.En concreto, entre 1980 y 1991, para utilizar cifras homog¨¦neas, la presi¨®n fiscal subi¨® 10,8 puntos. S¨®lo Italia (10,3 puntos) y Grecia (7,1 puntos) registraron tasas de aumento significativamente elevadas, mientras que B¨¦lgica, Alemania y Noruega redujeron sus impuestos en 2,4, 1,6 y 0,1 puntos, respectivamente. Estados Unidos, Suiza, Austria y el Reino Unido aumentaron sus impuestos menos de un 1%. Es importante subrayar que no incluyo en estas cifras el endeudamiento p¨²blico, aunque habr¨¢ que devolver el dinero prestado tarde o temprano.

La necesidad de recaudar cada vez m¨¢s ha obligado al Gobierno socialista a apretar todas las tuercas del impuesto, incluidas aquellas que m¨¢s inciden sobre la competitividad del sistema tributario, como los tipos del impuesto y el gravamen de las rentas del capital.

Entre 1986 y 1990 todos los dem¨¢s pa¨ªses de la Comunidad han reducido el tipo m¨¢ximo del impuesto: el Reino Unido, en 20 puntos; B¨¦lgica, en 17; Grecia, en 13; Italia, en 12; Francia, en 8, etc¨¦tera. Espa?a es la ¨²nica excepci¨®n, porque pas¨® del 46% al 56%.

Los tipos m¨ªnimos han sufrido una evoluci¨®n similar, porque tambi¨¦n se han reducido en todos los pa¨ªses de la Comunidad, con la ¨²nica excepci¨®n de Espa?a, que los subi¨® en 16 puntos.

El gravamen de las ganancias de capital es aqu¨ª m¨¢s severo que en los pa¨ªses de la Comunidad, que han optado en muchos casos -Dinamarca, Alemania, Italia, B¨¦lgica, Grecia- por no gravar las ganancias a largo plazo.

La doble imposici¨®n econ¨®mica de los dividendos se corrige en Espa?a menos que en los dem¨¢s pa¨ªses, que hace mucho han optado por la integraci¨®n parcial del impuesto sobre sociedades y el impuesto sobre la renta.

Conjunto err¨¢tico

La elevaci¨®n de la presi¨®n fiscal ha ido acompa?ada de la sistem¨¢tica erosi¨®n de los derechos de los contribuyentes y de la progresiva transformaci¨®n del sistema en un conjunto err¨¢tico de retenciones.

Los continuos cambios de las leyes tributar¨ªas, la proliferaci¨®n de presunciones en favor de la Administraci¨®n, el sistem¨¢tico desconocimiento de la presunci¨®n de inocencia y la lentitud en la resoluci¨®n de las reclamaciones econ¨®micas han supuesto una desnaturalizaci¨®n profunda de lo que significa el Estado de derecho.

El Gobierno socialista, adem¨¢s, se ha inclinado por establecer unas retenciones tan abusivas que tres de cada cuatro espa?oles tienen derecho a devoluci¨®n, lo que quiere decir que se ven obligados a prestar al Gobierno sin inter¨¦s durante 18 meses o m¨¢s.

A la vista de esta situaci¨®n, lo primero que el Partido Popular propone es la aprobaci¨®n de un Estatuto del Contribuyente que garantice sus derechos y restablezca el clima de confianza necesario para la aplicaci¨®n de un sistema, fiscal moderno.

No es posible enumerar las cuestiones esenciales del Estatuto. Creo, sin embargo, que deben subrayarse algunas medidas concretas:

- El Gobierno deber¨¢ aprobar en el primer trimestre de cada a?o el texto refundido de todos los impuestos estatales.

- Lo declarado por el contribuyente se presume cierto, correspondiendo a la Administraci¨®n tributarla la prueba en contrario.

- El r¨¦gimen sancionador ser¨¢ revisado radicalmente, correspondiendo a la Administraci¨®n aportar prueba suficiente de culpabilidad.

- La Administraci¨®n tributaria deber¨¢ devolver los ingresos indebidos en un plazo m¨¢ximo de tres meses.

- La v¨ªa econ¨®mico-administrativa tendr¨¢ una sola instancia.

- Las reclamaciones se considerar¨¢n estimadas si no hay resoluci¨®n expresa en el plazo de un a?o.

La aprobaci¨®n del Estatuto permitir¨¢ una persecuci¨®n m¨¢s rigurosa del fraude, animar¨¢ a los espa?oles a no emigrar y alentar¨¢ a los extranjeros a invertir sus capitales o establecer sus empresas en Espa?a.

Menos impuestos

El Partido Popular apuesta, adem¨¢s, por una rebaja de los impuestos que tienen una mayor incidencia en el ahorro y la inversi¨®n.

Por eso, queremos una tarifa que termine en el 40% y que deber¨¢ estar vigente en el plazo m¨¢ximo de cuatro a?os, bien entendido que el calendario deber¨¢ acortarse a medida que se vaya reduciendo el gasto p¨²blico y avanzando en el proceso de privatizaci¨®n de las empresas p¨²blicas.

Este tipo se aproxima al tipo propuesto por la Comisi¨®n Ruding para el impuesto de sociedades, con lo que se ciegan las posibilidades que tienen los perceptores de rentas patrimoniales de escapar al impuesto personal creando sociedades a las que transfieren sus bienes.

Con este pie forzado hemos apostado por una reducci¨®n generalizada de los impuestos que beneficie a todos. A las rentas m¨¢s modestas. Por ejemplo, un ciudadano que ganase dos millones de pesetas pagar¨ªa 100.750 pesetas menos con nuestra tarifa. Si ganase tres millones, con nosotros 124.250 pesetas. En el caso de declaraci¨®n conjunta, la familia que ganase dos millones de pesetas ahorrar¨ªa 90.000 pesetas y la que ganase tres millones pagar¨ªa 94.375 pesetas menos.

Se propone, adem¨¢s, elevar las deducciones por compra de activos fijos o por exportaci¨®n, una regularizaci¨®n de balances, la revisi¨®n de las tablas de amortizaci¨®n, una moratoria para las empresas de nueva creaci¨®n, as¨ª como la exenci¨®n de derechos sucesorios cuando se transmitan de padres a hijos peque?as explotaciones agrarias o empresas mercantiles.

El Gobierno ha optado por elevar los tipos del impuesto sobre la renta, del impuesto sobre el valor a?adido, los impuestos especiales y las cotizaciones a la Seguridad Social, para equilibrar las cuentas p¨²blicas.

El Partido Popular ha apostado por una reducci¨®n de los impuestos que m¨¢s afectan sobre el ahorro y la inversi¨®n para poner el pa¨ªs en marcha y, en consecuencia, recuperar parte de la recaudaci¨®n perdida sin aumentar el esfuerzo fiscal.

Es claro que una reforma de este tipo s¨®lo tiene sentido en el marco de una revisi¨®n global de todo el sector p¨²blico y en el contexto de una pol¨ªtica econ¨®mica que apueste decididamente por saltar hacia adelante y no esperar sentado en la puerta de la tienda a que pase el cad¨¢ver de la actual crisis.

es portavoz de la Comisi¨®n de Econom¨ªa del Grupo Parlamentario Popular.