Arte precolombino
En el conjunto de muestras de arte precolombino que se han realizado este a?o, destaca la que exhibe la Caixa de Pensions con fondos del Museo Barbier-M¨¹ller de Ginebra.Las culturas existentes en Am¨¦rica a la llegada de los espa?oles eran extremadamente variadas en cuanto a desarrollo material y espiritual, y sus producciones tambi¨¦n lo eran. En este sentido, hablar de arte precolombino equivaldr¨ªa, de alguna manera, a hablar de arte europeo, pasando por alto las diferencias que existen entre una pintura rom¨¢nica, una de Leonardo y otra de Picasso. Sin embargo, el estadio tan incipiente del conocimiento de las culturas precolombinas permite que unifiquemos, bajo un ¨²nico r¨®tulo, una cultura como la inca, que dominaba un imperio de casi un continente; o la maya, con c¨¢lculos as tron¨®micos s¨®lo alcanzados por la Europa renacentista, con una tribu de cazadores recolectores del Amazonas. Sin embargo, si no podemos saltar etapas, comericemos por admirar el sentido est¨¦tico que pose¨ªan estas culturas. La exposici¨®n de La Caixa es una magn¨ªfica oportunidad, .porque las piezas son de una gran calidad. A ello se suma un montaje muy exitoso de Llu¨ªs Pera, que consigue atender con resultado satisfactorio a par¨¢metros tan diversos como la cultura, la ¨¦poca, el tama?o y la importancia de cada pieza, resal tando su impacto est¨¦tico. No estar¨ªa de m¨¢s recordar al contemplador que ninguna de esas piezas es arte en el sentido que da mos a esa palabra en Occidente, sino que se trata de objetos rituales, ceremoniales y funerarios. ,Tres culturas
El cuarto continente
El arte precolombinoCentro Cultutal de la Fundaci¨® La Caixa. Barcelona, 19 de noviembre de 1992, 24 de enero de 1993.
Podemos apreciar, a trav¨¦s de obras de tres zonas culturales -Mesoam¨¦rica, ¨¢rea andina y Amazonia- y 3.000 a?os de historia, las posibilidades de expresi¨®n de un lenguaje fundamentalmente no naturalista que va desde la deformaci¨®n pl¨¢stica hasta la abstracci¨®n geom¨¦trica, y que es el m¨¢s apto, por otra parte, para vehicular los significados trascendentes a los que estas piezas responden. Un lenguaje formal que no sorprende a un espectador de finales del siglo XX, acostumbrado, por la apreciaci¨®n de su arte contempor¨¢neo, a valorar la s¨ªntesis, la fuerza y la sugerencia que puede entra?ar una forma no naturalista. Es notable, tambi¨¦n, la relaci¨®n existente entre algunas de las obras expuestas y las de culturas anteriores o ajenas a la influencia griega cl¨¢sica de otras partes del globo.
Sin entrar en discusiones sobre posibles contactos, que durante mucho tiempo ocuparon a los estudiosos de estas culturas, un vaso como el cuadrangular de Costa Rica tiene una extraordinaria similitud con las vasijas cuadrangulares para vino, con dragones a manera de asas, de la dinast¨ªa Shang, y ello, m¨¢s que a buscar intr¨¦pidos navegantes, deber¨ªa. llevar a situar conceptualmente a muchas de las culturas precolombinas en el seno de las culturas del mundo antiguo.
Por otra parte, esta exposici¨®n permite apreciar, desde el punto de vista pl¨¢stico, el extraordinario desarrollo que tiene la cer¨¢mica en la Am¨¦rica prehisp¨¢nica. Todo tipo de vasos -los pintados, los esculpidos, los cubiertos de signos de escritura, los que representan seres animados y los abstractos-; urnas funerarias, de las cuales hay preciosos ejemplos procedentes de la cultura de la isla de Maraj¨®, en Brasil; im¨¢genes de divinidades, como la incomparable representaci¨®n de Huehueteotl, el dios del fuego, venerado en M¨¦xico desde los albores de su civilizaci¨®n, perteneciente a la ¨¦poca cl¨¢sica de Veracruz, son prueba de la finura y maestr¨ªa con que se utilizaba ese material. As¨ª como- maravillan, tambi¨¦n, las piezas de piedras duras y de jade, m¨¢scaras y estatuillas, pertenecientes en su mayor¨ªa a culturas mexicanas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.