Cuando el intestino se hace perezoso
Los h¨¢bitos alimenticios, el sedentarismo y el estr¨¦s contribuyen al estre?imiento
El estre?imiento es un trastorno muy frecuente en la poblaci¨®n occidental, especialmente en mujeres, y aunque no existen estudios sobre el n¨²mero de personas que lo padecen, las cifras de consumo de axantes dan idea de la magnitud del problema. Seg¨²n el Ministerio de Sanidad, en 1991 los espa?oles compraron m¨¢s de siete millones de envases de laxantes, con un importe superior a los 3.500 millones de pesetas. En la mayor¨ªa de los casos, esta dolencia es de origen desconocido, aunque los h¨¢bitos alimenticios, el sedentarismo y el estr¨¦s contribuyen a ella.
Si a la cifras citadas, referentes a los productos laxantes costeados por la Seguridad Social, se a?aden los pagados por el propio consumidor, los espa?oles compraron el a?o pasado un total de 22 millones de envases por un valor de 9.000 millones de pesetas, seg¨²n datos de Farmaindustria. Pero ir a la farmacia es casi siempre mucho m¨¢s f¨¢cil que vaciar el intestino.Para Rosa G. L., periodista de 32 a?os, el ir al cuarto de ba?o cada d¨ªa se ha convertido casi en una obsesi¨®n desde que a los 20 a?os sufri¨® un episodio de estre?imiento severo. "Estuve 28 d¨ªas sin evacuar. Lo ¨²nico que notaba era que ten¨ªa una tripa como de embarazada. Empec¨¦ a tomarme laxantes de todo tipo, incluso en dosis exageradas. No me hicieron nada, salvo provocarme fuertes dolores, A los dos d¨ªas tuve que llamar al m¨¦dico de urgencias" cuenta.
"El estre?imiento es un trastorno del movimiento del intestino, b¨¢sicamente del colon. Cuando aparece este problema, el intestino no se vac¨ªa adecuadamente. Suele manifestarse de forma leve; las personas est¨¢n dos o tres d¨ªas sin mover el vientre. Pero, poco a poco, esta situaci¨®n va haci¨¦ndose cr¨®nica y acaba provocando un estre?imiento severo. El intestino se habit¨²a a no vaciarse con la frecuencia debida y se produce un retraso digamos fisiol¨®gico o normal en la evacuaci¨®n", explica Joaqu¨ªn Potel, presidente de la Sociedad Espa?ola de Aparato Digestivo.
Origen ps¨ªquico
Ciertas enfermedades que intervienen en la motilidad intestinal (procesos del aparato digestivo, trastornos hormonales o endocrinos, problemas neurol¨®gicos, entre otros) pueden provocar estre?imiento. Existen tambi¨¦n los casos poco comunes del llamado megacolon (intestino de proporciones desmesuradas) y el ano imperforado, ambos cong¨¦nitos y que se resuelven con tratamiento quir¨²rgico en el beb¨¦.
Y tampoco hay que olvidar el de origen ps¨ªquico, provocado en personas neur¨®ticas, muy escrupulosas con la higiene del cuerpo, que consideran el defecar como algo repugnante.
Luis Rodrigo, jefe del Servicio de Aparato Digestivo del hospital Nuestra Se?ora de Covadonga, de Oviedo, advierte que existen unos h¨¢bitos diet¨¦ticos y de tipo de vida que contribuyen a la aparici¨®n del estre?imiento cr¨®nico: "Una alimentaci¨®n pobre en fibras, es decir, escasa en vegetales; beber poco l¨ªquido al d¨ªa; olvidar el reflejo defecatorio o no hacerle caso cuando se presenta; el sedentarismo; el estr¨¦s; la tensi¨®n nerviosa y trastornos emocionales o de los afectos (depresi¨®n o ansiedad) son claros desencadenantes de este trastorno tan com¨²n del intestino". Para este especialista, es muy importante educar el reflejo de la defecaci¨®n. "Es fundamental", dice, "respetar los primeros s¨ªntomas defecatorios e ir inmediatamente al ba?o. Se aconseja evacuar m¨¢s o menos a la misma hora y sin prisas. Incluso aunque no se sientan ganas, hay que intentarlo con ganas".
Beatriz M. H., de 25 a?os, se dedica a las relaciones p¨²blicas y est¨¢ convencida de que su estre?imiento es provocado por sus nervios: "Cada vez que me siento con estr¨¦s dejo de ir al ba?o. Esto es muy habitual en m¨ª, porque soy muy nerviosa y las preocupaciones y los problemas me producen este efecto. Adem¨¢s, el estre?imiento se me agrava cuando viajo, cosa que hago con mucha frecuencia por mi trabajo".
Cient¨ªficamente, no est¨¢ demostrado que este proceso afecte m¨¢s a mujeres que a hombres. Pero las consultas de los m¨¦dicos revelan una proporci¨®n aproximada de dos a uno. Se invocan razones hormonales y ciertas costumbres nocivas para el buen funcionamiento del intestino. Tradicionalmente, por ejemplo, las mujeres beben menos l¨ªquido que los hombres y hacen menos ejercicio f¨ªsico.
"Hay otras circunstancias", a?ade Potel, "que propician el estre?imiento, como el permanecer largo tiempo en cama. Esto es com¨²n en pacientes hospitalizados con patolog¨ªas cr¨®nicas y en ancianos. Los cambios en los h¨¢bitos cotidianos, como viajes, los desplazamientos que obligan a acudir a servicios con pocas garant¨ªas de higiene y modificaciones en los horarios y lugares de comida, alteran con mucha frecuencia el ritmo intestinal".
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