6 partidos regionalistas ir¨¢n a las elecciones con un programa com¨²n para ser la 'bisagra' parlamentaria
Seis partidos regionalistas han decidido coordinarse como fuerza parlamentaria y actuar como partido bisagra en la pr¨®xima legislatura. La tendencia al alza de estos grupos, que sumaron m¨¢s de un mill¨®n de votos en las ¨²ltimas elecciones aut¨®nomicas, de mayo de 1991, y el complejo mapa pol¨ªtico que se prev¨¦ tras los comicios generales de este a?o, les ha animado a entrar en competici¨®n con los partidos nacionalistas en el papel de fuerzas intermedias entre el PSOE y PP. Los principales animadores de esta coordinaci¨®n son el Partido Aragon¨¦s (Par), la Uni¨®n Valenciana (UV) y Unidad Alavesa (UA).
El denominador com¨²n de los partidos regionalistas es la igualaci¨®n de competencias con las comunidades catalana y vasca y, como especificidad, la exigencia de un concierto econ¨®mico -tratamiento fiscal diferente- como el que actualmente tiene el Pa¨ªs Vasco para todas las comunidades aut¨®nomas. Dirigentes del Partido Aragon¨¦s, Uni¨®n Valenciana y Unidad Alavesa -que disponen actualmente de tres esca?os en la C¨¢mara Baja- han mantenido desde el congreso de los regionalistas valencianos, celebrado el pasado mes de octubre en Alicante, numerosos contactos en los que han acordado la constituci¨®n de un grupo parlamentario propio, o, si no alcanzan los 15 esca?os necesarios, de un subgrupo, en el Congreso de los Diputados.
Seg¨²n el dirigente de Unidad Alavesa, Pablo Mosquera, se han adherido al proyecto las Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC), que cuentan con un esca?o, el Partido Riojano -que gobierna con el PSOE en La Rioja-, y cuentan con la recepctividad del Partido Andalucista (PA), que tiene dos diputados en el Congreso.
La importancia pol¨ªtica de esta decisi¨®n radica en que, tras las elecciones legislativas, negociar¨¢n en bloque cualquier acuerdo con el partido ganador de los comicios. El bloque de partidos regionalistas es ahora de seis diputados, lo que les sit¨²a como quinta fuerza pol¨ªtica, por delante de un partido nacionalista, como el PNV, y del CDS. Sin embargo, todos los sondeos indican que es una tendencia al alza, ya registrada en los comicios auton¨®micos de mayo de 1991.El nexo regionalista
El nexo de los partidos regionalistas es su rechazo al pacto auton¨®mico suscrito en febrero del pasado a?o por el PSOE y el Partido Popular; su rivalidad con los partidos nacionalistas de Catalu?a y Pa¨ªs Vasco, cuyas comunidades aut¨®nomas consideran privilegiadas", y su pretensi¨®n de igualarse en competencias a las mismas, superando la existencia de dos velocidades en el proceso auton¨®mico. En este sentido, la reivindicaci¨®n de un concierto econ¨®mico, como el vasco, extendido a todas las comunidades aut¨®nomas, es uno de los puntos m¨¢s relevantes de su plataforma com¨²n, que defender¨¢n en el programa electoral de cada partido.
"El Estado est¨¢ impidiendo el desarrollo de las autonom¨ªas y, mientras ha sido generoso con catalanes y vascos, a las dem¨¢s regiones les trata cicateramente", se?ala Pablo Mosquera. Otros aspectos en los que coinciden los partidos regionalistas son la necesidad de reformar la Ley Electoral y la forma de financiaci¨®n de los partidos.
Su actitud hacia los partidos nacionalistas, sobre todo el PNV y CiU, es beligerante. "Son partidos que no asumen el marco constitucional y han conseguido privilegios para sus comunidades aut¨®nomas. Nosotros queremos un Estado de las autonom¨ªas dentro de Espa?a. Por eso somos regionalistas y no nacionalistas", dice Mosquera. Los partidos, regionalistas, a?ade, acudir¨¢n por separado a las elecciones legislativas y posteriormente se coordinar¨¢n en el Parlamento como grupo propio.Si bien la mayor¨ªa de estos partidos regionalistas procede del Partido Popular, coinciden en mantenerse al margen del partido conservador y situarse en una posici¨®n equidistante de este partido y del PSOE, y en negociar sus propios intereses como grupo parlamentario de presi¨®n."Es verdad que nos gusta la idea de la administraci¨®n ¨²nica lanzada por Manuel Fraga, pero hay muchas cosas del PP que no soportamos en el terreno social. Su pol¨ªtica absolutamente liberal nos parece rechazable", dice Pablo Mosquera, dirigente de Unidad Alavesa y ex dirigente del PP en el Pa¨ªs Vasco.
La idea de coordinaci¨®n de los partidos regionalistas no es nueva. Las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 1989, con el establecimiento de una circunscripci¨®n ¨²nica para toda Espa?a, propiciaron un primer contacto, que al final no cuaj¨®, entre el Partido Aragon¨¦s y Uni¨®n Valenciana para actuar de forma coordinada.
Pero el intento coordinador m¨¢s serio se inicia a comienzos de 1992 con una carta enviada por la direcci¨®n de Uni¨®n Valenciana todos los partidos regionalista, a los que anima a la coordinaci¨®n sobre un programa de m¨ªnimos del que cabe destacar la constituci¨®n de un grupo parlamentario propio que act¨²e como bisagra entre el PSOE y PP. Los dirigentes de Uni¨®n Valenciana acompa?aron su propuesta de una gruesa colecci¨®n de datos en los que se refleja la tendencia al alza de los partidos regionalistas.Andalucistas y navarristas
Los principales receptores de la propuesta fueron el Partido Aragon¨¦s, la Unidad Alavesa y el Partido Riojano. Posteriormente, tras la reuni¨®n mantenida por estos partidos durante el Congreso de Uni¨®n Valenciana, el pasado mes de octubre, se incorporaron al acuerdo las Agrupaciones Independientes de Canarias. Este ¨²ltimo partido mantiene contactos con el Partido Andalucista, que est¨¢ a la expectativa.
Los regionalistas andaluces, a quienes los sondeos les ofrecen importantes expectativas de crecimiento, aspiran a formar grupo parlamentario propio, lo que conseguir¨ªan si alcanzasen los cinco diputados. El PA -que ya tuvo grupo parlamentario propio en la legislatura 1979-1981 mantendr¨¢, en cualquier caso, una coordinaci¨®n con los partidos regionalistas, seg¨²n Mosquera.
Uni¨®n del Pueblo Navarro (UPN) es otro de los partidos interesado en la actividad conjunta de los grupos regionalistas, aunque no puede comprometerse por el momento, debido al pacto electoral que mantiene con el Partido Popular.
Los populares, los m¨¢s perjudicados
En apenas 10 a?os los partidos regionalistas han pasado de recoger de 600.000 votos a m¨¢s de un mill¨®n. Es un crecimiento constante y acelerado desde las elecciones legislativas de 1989. Los partidos regionalistas en alza son el Partido Aragon¨¦s (Par), que crece de 71.628 votos en las legislativas de 1989 a 151.337 votos en las auton¨®micas de 1991; el Partido Andalucista (PA), que pasa de 212.807 votos en las legislativas de 1989 a 296.558 votos en las auton¨®micas de 1991; la Uni¨®n Valenciana, que crece de 144.655 votos en los comicios de 1989 a 207.910 votos en las auton¨®micas de 1991; y las Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC), que pasan de 64.985 votos a 157.637 en el mismo periodo.El n¨²mero de esca?os de que disponen actualmente en el Congreso es: el Partido Andalucista, dos; Uni¨®n Valenciana, dos; las Agrupaciones Independientes de Canarias, uno, y el Partido Aragon¨¦s, uno. A estos partidos hay que a?adir otros nuevos, entre los que des taca Unidad Alavesa (UA), que en su estreno en las elecciones auton¨®micas de 1990 sorprendi¨® en la provincia vasca al colocarse como tercera fuerza pol¨ªtica. La proyecci¨®n de aquellos resultados al Congreso le supondr¨ªa contar con un esca?o. Todos los sondeos otorgan un importante auge a estos partidos.
El auge de los regionalistas perjudica electoralmente a los partidos nacionales, pero especialmente al PP, del que proceden algunos de ellos, como Unidad Alavesa. Todos los partidos regionalistas subieron de las elecciones legislativas de 1989 a los comicios auton¨®micos de 1991 y e? PP baj¨® de 5.282.877 votos a 4.921.334.
En unas recientes declaraciones, Mariano Rajoy, vicesecretario general del PP, lamentaba el auge regionalista con estas palabras: "Una parte de la derecha espa?ola tiene unas miras muy cortas porque se priva de participar en un proyecto espa?ol e impide la formaci¨®n de una alternativa s¨®lida al PSOE".
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