Comp¨¢s de espera

LA CONFERENCIA de Ginebra sobre Bosnia ha interrumpido sus trabajos hasta el pr¨®ximo domingo sin haber llegado a ning¨²n acuerdo. Los puntos de vista siguen estando muy alejados. El ¨²nico hecho positivo, que no cabe subestimar, es que por primera vez se hayan sentado a negociar los dirigentes de los tres grupos ¨¦tnicos de Bosnia: musulmanes, serbios y croatas. Y que hayan tomado como base de discusi¨®n el proyecto presentado por los dos mediadores internacionales, Cyrus Vance y David Owen. Aunque hayan presentado correcciones a puntos esenciales.La conclusi¨®n m¨¢s clara que se desprende de los tres d¨ªas de negociaci¨®n es que si los serbios renunciasen a sus exigencias, que tiran por tierra totalmente la propuesta Vance-Owen, las posibilidades de llegar a un acuerdo sobre la constituci¨®n del Estado de Bosnia-Herzegovina (Y, por tanto, para establecer un alto el fuego efectivo) ser¨ªan muy serias. Hay que subrayar que el proyecto Vance-Owen es sumamente favorable a los serbios: prev¨¦ un Estado descentralizado, con 10 provincias dotadas de poderes ejecutivos; y la delimitaci¨®n de las provincias asume en gran medida las conquistas efectuadas por los grupos armados serbios en los ¨²ltimos meses, con unos m¨¦todos horribles que la comunidad internacional ha condenado. El proyecto se basa en la continuidad del Estado de Bosnia-Herzegovina con sus fronteras internacionales, pero a la vez ofrece a los serbios un sistema de autogobierno en las zonas en las que tienen predominio num¨¦rico. Ello justifica la reticencia del presidente bosnio, Izetbegovic, y su exigencia de que los serbios acepten un Estado bosnio ¨²nico.

La posici¨®n de Karadzic, presidente de la auto proclamada "Rep¨²blica serbia de Bosnia", no es s¨®lo de rechazo al mapa trazado en el proyecto para las 10 provincias de la futura Bosnia-Herzegovina. Su tesis es que Bosnia debe transformarse en una comunidad de tres Estados -cada uno con base puramente ¨¦tnica- y que la poblaci¨®n serbia pide el derecho a la autodeterminaci¨®n para decidir su futuro. Esta posici¨®n no s¨®lo refleja una voluntad de continuar la guerra y de impedir un acuerdo pac¨ªfico, sino que supone un peligro grav¨ªsimo de extensi¨®n del conflicto. Si se da a los serbios en Bosnia el derecho de autodeterminaci¨®n, ?por qu¨¦ no a la minor¨ªa serbia de Macedonia? Las tesis de Karadzic indican que el nacionalismo serbio no ha renunciado a su pol¨ªtica, de proseguir la guerra ni a su objetivo de crear la Gran Serbia, lo que llevar¨ªa indefectiblemente a un conflicto internacional en los Balcanes.

A evitar tal cat¨¢strofe tiende precisamente la conferencia de Ginebra. Y al incluir en su proyecto puntos tan favorables a los serbios, Vance y Owen aspiran a maximizar la posibilidad de que sea aceptado por Belgrado. En este comp¨¢s de espera, antes de que se reanude la negociaci¨®n es decisivo hacer sentir a los serbios que Europa y la ONU est¨¢n dispuestas, por primera vez, a realizar una acci¨®n de guerra -imponiendo por la fuerza el respeto de la decisi¨®n de la ONU de prohibir los vuelos sobre Bosnia- si los serbios se niegan a aceptar un acuerdo de paz. S¨®lo una actitud en¨¦rgica del Consejo de Seguridad, que obligue a Belgrado a reflexionar, podr¨¢ tener efectos positivos sobre la delegaci¨®n serbia, en Ginebra. Y permitir¨¢ que no desaparezca la peque?a esperanza que a¨²n queda sobre el futuro de las negociaciones.