Un suero para salvar la vida

Pedro, uno de los m¨¦dicos del SAMUR, resopl¨® bajo su gorra de b¨¦isbol al o¨ªr por radio la anulaci¨®n de un aviso, cuando la ambulancia llevaba recorridos apenas 50 metros. Un motorista hab¨ªa sido evacuado desde el paseo del Prado. Probablemente Pedro hizo una r¨¢pida ecuaci¨®n mental: lesi¨®n en la columna m¨¢s evacuaci¨®n en un coche sin camilla igual a silla de ruedas por lesi¨®n medular. Pedro dice que hay que ense?arle a la polic¨ªa. que espere. "A veces la presi¨®n. social les obliga a llevarse al. enfermo", razona.Pero la emisora escupi¨® pronto otro aviso: avenida de: la Ciudad de Barcelona: un hombre se hab¨ªa ca¨ªdo en la calle. La sirena ululaba, el conductor iba abri¨¦ndose paso al aviso de: "Rebasen el sem¨¢foro" y Pedro se ajustaba los guantes de goma y preparaba un collar¨ªn. Sabe que lo que m¨¢s vidas salva son los sueros y le gusta mirar por la ventana del habit¨¢culo de la ambulancia al llegar, para hacerse una idea de lo que pasa. La SAMUR fren¨® ante un hombre grueso, su cabeza reposando bajo un charco de sangre. Su aliento ol¨ªa a alcohol. Los vecinos dec¨ªan que se golpe¨® contra el bordillo.

Los chicos del SAMUR fueron resolutivos y eficaces; en menos de un minuto hab¨ªan puesto una camilla bajo el herido sin moverle, un collar¨ªn en el cuello amoratado y un "por favor, ret¨ªrense", ante el morbo de la gente. Pedro y el enfermero, Carlos, le pusieron, dentro del coche, suero, recuperaron la tensi¨®n arterial, hicieron subir el nivel de ox¨ªgeno en sangre. En la calle, el hijo protestaba: "Que se lo lleven ya". Un municipal le ped¨ªa los datos y le explicaba que ya le estaban atendiendo. El hombre insist¨ªa que un familiar suyo se hab¨ªa muerto en una ambulancia. No pod¨ªa ser la misma. En un abrir y cerrar de ojos, su padre estaba en el Gregorio Mara?¨®n.

Al mismo hospital lleg¨® una chica que aterriz¨® con la cabeza en el asfalto de O'Donnell. Un coche le golpe¨® en la espalda. La SAMUR que la recogi¨® se cruz¨® con una UVI del 061. "?No ves que hay polic¨ªa nacional y municipal?", dec¨ªa Adri¨¢n, el diestro conductor de otra SAMUR: "Los nacionales llaman al 061 y los municipales nos alertan a nosotros". "Y luego no te informan, vas a toda pastilla", dice una m¨¦dica del 061, llegas y se han llevado el enfermo".

Total, que acudieron a O'Donnell dos UVI m¨®viles -100.000 pesetas hubiera costado si fueran privadas- para recoger a la chica. Pero, eso s¨ª, en dos minutos estaba en el hospital, muy p¨¢lida, pero a salvo.