Rock contra la c¨¢rcel
Un pueblo pide el indulto para un vecino encarcelado por un hurto de hace ocho a?os
En Sant Vicen? dels Horts, poblaci¨®n del entorno metropolitano de Barcelona, son¨® el silbado el rock, de la solidaridad. Era un rock contra la c¨¢rcel en la que ha sido ingresado casi por sorpresa Julio Godoy, de 33 a?os y vecino de la localidad. Era un concierto organizado por toda la poblaci¨®n, con el Ayuntamiento a la cabeza, para intentar vencer la perplejidad que produce ver que un vecino ingresa en prisi¨®n por un delito de hurto sin violencia -30.000 pesetas y una m¨¢quina de fotografiar, todo devuelto a su propietario- cometido hace ocho anos.A Godoy -casado, padre de una hija y con trabajo habitual- le llamaron hace unos d¨ªas para que se pasara por el cuartel de la Guardia Civil a firmar unos papeles. Y fue. No volvi¨® a casa: le esperaba una orden de prisi¨®n que se ejecut¨® de inmediato. Desde el pasado 13 de febrero est¨¢ en la c¨¢rcel Modelo de Barcelona. Antes apenas tuvo tiempo de llamara Ana, su mujer. "Cuando me llam¨® desde el cuartelillo para decirme que estaba detenido, me desmay¨¦", explica Ana.
La empresa donde trabaja, Iberoamericana de Catalu?a, enclavada en Sant Vicen? y dedicada al cartonaje, ha entregado a la familia de Julio Godoy un escrito en el que le garantiza su puesto de trabajo en cuanto salga de prisi¨®n. El Ayuntamiento ha emitido un informe favorable de la polic¨ªa municipal. Ambos escritos acompa?ar¨¢n ahora a las peticiones de indulto. Las asociaciones de vecinos de la localidad han iniciado una recogida de firmas, y grupos locales de rock organizaron el pasado s¨¢bado un recital para reclamar su libertad y para evitar que la lentitud de la justicia no provoque que un hombre integrado en la vida de la colectividad salga de la c¨¢rcel convertido en un delincuente.
Godoy fue detenido y se le decret¨® prisi¨®n preventiva en junio de 1985 por un robo en Tarragona. Un mes m¨¢s tarde qued¨® en libertad provisional tras pagar una fianza de 25.000 pesetas. Pas¨® un ano y medio hasta que un juzgado de Tarragona, en noviembre de 1986, lo conden¨® a una pena de cuatro a?os, dos meses y un d¨ªa de prisi¨®n. La sentencia fue recurrida ante el Tribunal Supremo, que ratific¨® la condena en octubre de 1992, seis a?os m¨¢s tarde.
El cansino procedimiento de la justicia prosigui¨® con la puesta en marcha por la Audiencia de Tarragona de una orden para la ejecuci¨®n de la condena.
As¨ª se lleg¨®, al cabo de ocho a?os, al cumplimiento de una pena para una persona que, en palabras de su abogada, "cometi¨® un fallo en su vida".
El alcalde de Sant Vicen?, Ricard P¨¦rez, est¨¢ ayudando a la esposa del detenido, Ana, a gestionar la petici¨®n de indulto. Y los vecinos de Sant Vicen? se preguntan si el Gobierno tardar¨¢ tanto en decidirse a concederlo como ha tardado la justicia en pronunciarse.
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