Devaluaci¨®n y convergencia
El articulista se?ala que si se controlara el d¨¦ficit p¨²blico y se moderase el crecimiento salarial, el Gobierno no objetar¨ªa bajar los tipos de inter¨¦s, y probablemente no se producir¨ªa una depreciaci¨®n de la peseta, dadas las expectativas que esa situaci¨®n generar¨ªa en los agentes econ¨®micos.
Definiciones. Los incrementos de producci¨®n de bienes y servicios son buenos. La inflaci¨®n y el paro son malos.La convergencia europea trata de conseguir cosas buenas y de minimizar cosas malas. Algunos de los objetivos que marca la convergencia son directamente buenos, como el unificar tasas de inflaci¨®n bajas; otros tratan indirectamente de ayudar a conseguir aqu¨¦llos, como d¨¦ficit p¨²blicos decrecientes o niveles de endeudamiento p¨²blico moderados.
Tesis (Gobierno). La convergencia es buena para la econom¨ªa espa?ola, y para alcanzarla debemos articular una pol¨ªtica econ¨®mica que controle la inflaci¨®n (tipos de inter¨¦s altos), disminuya el d¨¦ficit p¨²blico y consiga mantener un nivel bajo de paro (los salarios reales deben crecer poco).
Ant¨ªtesis I (sindicatos). La convergencia no se puede alcanzar a cualquier coste. Esto implica dos posturas.
La pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno produce un coste, que se mide en t¨¦rminos de paro, pues los altos tipos de inter¨¦s desincentivan la inversi¨®n, la disminuci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico hace caer la demanda y los salarios tienen poco que ver con el empleo.
En segundo lugar, la convergencia tiene unos costes que no compensan sus beneficios.
Sin entrar en la cr¨ªtica a la pol¨ªtica econ¨®mica, creo que esta segunda postura es incorrecta. O bien los objetivos directos e indirectos de la convergencia son malos, lo cual parece dif¨ªcil cuando todos los pa¨ªses de Europa est¨¢n de acuerdo en que les gustar¨ªa cumplirlos, o bien nosotros estamos en una situaci¨®n en la que acercarnos a los dem¨¢s tiene un coste que no podernos pagar ahora.
Acercarse o alejarse
Pero si no podemos acercarnos, probablemente nos alejaremos, y si los objetivos de la convergencia son buenos, estaremos peor que al principio, con lo que ser¨¢ mucho m¨¢s costoso acercarnos, etc¨¦tera.
Ant¨ªtesis II (varios). Se aceptan las definiciones y parte de la tesis (en concreto, que la convergencia es buena). Se acepta tambi¨¦n que los salarios deben crecer poco para generar empleo y que el d¨¦ficit debe disminuir, pero se difiere en lo que respecta a los tipos de inter¨¦s y a la pol¨ªtica de tipo de cambio.
En este caso, se argumenta que tipos de inter¨¦s m¨¢s bajos incentivar¨¢n la inversi¨®n y depreciar¨¢n la peseta, lo cual es bueno, pues se har¨¢n m¨¢s competitivas las exportaciones y se equilibrar¨¢ la balanza por cuenta corriente. Si se simultanean estas medidas con una contenci¨®n salarial y con una disminuci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico, podemos alcanzar la convergencia creciendo m¨¢s y con menos paro que con la tesis antes expuesta.
Conclusi¨®n.
Creo que si se controla el d¨¦ficit p¨²blico y se modera el crecimiento salarial, el Gobierno no tendr¨ªa ninguna pega en bajar los tipos, probablemente sin que se produjese una depreciaci¨®n de la peseta, puesto que las expectativas que generar¨ªa esta situaci¨®n, en los agentes econ¨®micos, dejar¨ªa a nuestra moneda c¨®modamente dentro de la banda actual del SME.
El problema est¨¢ m¨¢s bien en c¨®mo maximizamos la probabilidad de ser capaces de disminuir el d¨¦ficit y controlar los salarios. La postura del Gobierno es que el anclaje de la peseta en el SME es pol¨ªticamente fundamental para maximizar esa probabilidad y, por tanto, que se debe pagar el coste de tipos de inter¨¦s altos hasta que se consiga controlar el d¨¦ficit y los salarios.
La postura contraria supondr¨ªa un beneficio a corto plazo, pues tipos m¨¢s bajos y una peseta d¨¦bil sonclaramente expansivos; sin embargo, el riesgo aumentar¨ªa, pues la probabilidad de moderar d¨¦ficit y salarios disminuir¨ªa, y si no se consigue, tesis y ant¨ªtesis II estar¨ªan de acuerdo en que la situaci¨®n ser¨¢ catastr¨®fica.
Creo que, aunque no est¨¦ de moda, la tesis tiene raz¨®n.
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