Encarcelada la direcci¨®n del tercer grupo industrial italiano
La magistratura de Mil¨¢n no ha dejado t¨ªtere con cabeza en el Ente Nazionale Idrocarburi (ENI), el grupo estatal petrolero que ocupa el tercer puesto en la clasificaci¨®n de empresas italianas. Tras su presidente, Gabriele Cagliari, y el de la filial Nuovo Pignone, entraron ayer en la c¨¢rcel los dirigentes de AGIP, Snam y Saipem, las otras tres grandes filiales del grupo. Un financiero amigo de Bettino Craxi desencaden¨® con su confesi¨®n estas detenciones.Otro empresario craxiano, Bartolomeo de Toma, formull¨® las acusaciones que determinaron el pasado martes la detenci¨®n de Cagliari, quien ha vuelto a hablar a los jueces de irregularidades presuntamente cometidas por la Montedison, del grupo Ferruzzi, durante su fusi¨®n fallida con Enichem, la qu¨ªmica del ENI.
De Toma era el recaudador (le dinero negro para el Partido Socialista Italiano (PSI) en el sector de la energ¨ªa y el medio ambiente. Pierfrancesco Pacini Bataglia, el arrepentido que ha desencadenado las ¨²ltimas detenciones, es, en cambio, un importante financiero toscano, que, como presidente de una sociedad. denominada Karfinco, controla el banco suizo a trav¨¦s del cual se han movido los fondos del ENI desviados hacia la financiaci¨®n Ilegal de los partidos.
Con una facturaci¨®n anual de m¨¢s de 50 billones de liras (tinos cuatro billones de pesetas), inferior en Italia s¨®lo a la del Istituto per la Ricostruzlone Industriale (IRI, el gigante del Estado) y a la del grupo Fiat, el ENI ha sido la principal fuente de corrupci¨®n y financiaci¨®n clandestina de los pol¨ªticos italianos, desde que lo fund¨® Enrico Mattei, protagonista de los primeros esc¨¢ndalos.
El descubrimiento de que el ENI hab¨ªa pagado a democristianos, socialistas, socialdem¨®cratas y republicanos para lograr la aprobaci¨®n parlamentaria de las leyes que conven¨ªan a sus intereses fue, precisamente, el desencadenante de la penalizaci¨®n de ese tipo de actos en 1974.
Pacini Bataglia, el financiero toscano pr¨®ximo a Craxi, parece que ha revelado a los jueces toda una historia de movimientos de dinero negro y pagos ilegales que han determinado las detenciones inmediatas de Raffaele Santoro, presidente desde 1990 de AGIP, la empresa de refino y distribuci¨®n de gasolina del ENI; de Pio Pignoni, presidente de la Snam desde 1985, y de Gianni dell'Orto, presidente de Saipem desde 1983. Snam y Saipem. laboran en distintos campos de la extracci¨®n de gas y petr¨®leo, as¨ª como en la construcci¨®n de gasoductos y oleoductos. Las tres empresas hab¨ªan sido transformadas en sociedades an¨®nimas y deb¨ªan salir a Bolsa pr¨®ximamente.
Entre las numerosas noticias judiciales de ayer destaca tambi¨¦n la del registro de la sede de Intersomer, una sociedad que trabajaba en los planes de ayudas al Tercer Mundo del Ministerio de Exteriores, que los jueces han descubierto ahora como fuente de numerosas facturas falsas y comisiones ilegales. Intersomer es importante en ese contexto, porque pertenece a Mediobanca, que es el instituto mixto de cr¨¦dito que financia a todas las grandes empresas, como Fiat, Ferruzzi u Olivetti.
Lleg¨®, entretanto, a una C¨¢mara de Diputados desierta, a pesar de que se discut¨ªa en ella la moralizaci¨®n de la vida p¨²blica, la segunda petici¨®n de autorizaci¨®n para proceder contra el ex secretario general del PSI Bettino Craxi y la primera contra el ex ministro de Justicia Claudio Martelli. Ambas est¨¢n relacionadas con la quiebra del Banco Ambrosiano de Roberto Calvi.
La C¨¢mara rechaz¨®, por otra parte, el decreto que impon¨ªa la continuaci¨®n de las obras p¨²blicas paralizadas por la apertura de diligencias penales sobre su adjudicaci¨®n. Se trata de la ¨²nica medida del paquete de la ley del perd¨®n que hab¨ªa sido aceptada por el presidente de la Rep¨²blica, Oscar Luigi Scalfaro, quien se neg¨® a firmar el decreto. La C¨¢mara cree que no es justo que una empresa se siga beneficiando de un contrato que obtuvo presuntamente mediante el pago de mordidas ilegales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.