La familia unida
En 1984, los Odone, una familia de profesionales liberales, ella ling¨¹ista, ¨¦l economista de origen italiano, comenzaron a observar en su peque?o hijo Lorenzo los s¨ªntomas de un extra?o malestar que result¨® ser adrenoleucodistrofia, enfermedad de la que casi nada se sab¨ªa por entonces, pero que en todo caso cursaba una sintomatolog¨ªa arrolladora: p¨¦rdida del equilibrio, sordera progresiva, dificultades, de habla, ceguera y muerte. Todo en 24 meses, y tras incontables dolores.El aceite de la vida describe la odisea de los Odone en busca del remedio milagroso que curea su v¨¢stago. Y no s¨®lo lo explica: logra que aparentemente el espectador sepa, en pocos minutos, todo sobre algo desconocido.
El aceite de la vida
Lorenzo's Oil. Direcci¨®n: George Miller. Gui¨®n: George Miller y Nick Enright. Fotograf¨ªa: John Seale.Producci¨®n: Kennedy Miller, EE UU, 1992. Int¨¦rpretes: Nick Nolte, Susan Sarandon, Peter Ustinov, Zack O'Malley Greenburg. Estreno en Madrid: cines Rex, Ideal (V. O.), La Dehesa, Las Rozas, Burgocentro, Parquesur, Fuenlabrada y Pozuelo.
Hay dos elementos que llaman la atenci¨®n a la hora, de acercarse a este filme de George Miller, notable cultor de ficciones hiperviolentas -es el padre de Mad Max-inactivo desde que hace seis a?os se diera un gran porrazo con Las brujas de Eastwich, y ¨¦l mismo cirujano antes de dedicarse al cine. Uno es que este melodrama familiar, de a?ejo sabor y construido con mimbres conocidos, parece un artefacto hecho para dar notoriedad p¨²blica al drama humano de un colectivo reducido de personas, unos pocos centenares tal vez en todo el mundo. Pero el otro, y determinante, es que el car¨¢cter de esta historia real cuadra con uno de los mitos m¨¢s hondamente arraigados en la conciencia americana: el del individuo que, s¨®lo con su esfuerzo y su constancia, bate al enemigo m¨¢s poderoso, incluso contra el parecer de la comunidad.
El h¨¦roe an¨®nimo
La odisea de los Odone se inscribe as¨ª en la rica tradici¨®n de ficci¨®n -aunque se trate de una historia real- acu?ada por narradores como Horatio Alger y su entronizaci¨®n del h¨¦roe an¨®nimo. Completos desconocedores de la qu¨ªmica org¨¢nica, del organismo humano y del mal al que se enfrentan, los Odone, no obstante, y seg¨²n la pel¨ªcula, suplen estas carencias con horas de biblioteca... y sentido com¨²n, lo que en cierta forma democratiza su gesta, la hace posible incluso para aquellos espectadores que no son ni ling¨¹istas, ni economistas, ni nada que se le parezca. As¨ª, la pel¨ªcula se puede ver como el combate de la Familia contra la Ciencia, representada no s¨®lo por el doctor que encarna Peter Ustinov, sino por el resto de los afectados por la enfermedad, que optan por deso¨ªr a los impulsivos Odone y fiarse del cient¨ªfico Ustinov.Pero no s¨®lo con la comunidad se enfrentan los Odone, encarnados por un gesticulante Nick Nolte cuyo atroz italiano llega a poner en cuesti¨®n la nacionalidad de su personaje, y por una Susan Sarandon que es una especie de Supermadre que todo lo resiste. De hecho, El aceite de la vida puede verse igualmente en clave de enfrentamiento religioso: la cat¨®lica irlandesa Sarandon enfrenta lo que interpreta como el silencio de Dios neg¨¢ndose incluso a participar en el culto -una secuencia en exceso enf¨¢tica, al comienzo de su calvario, en una descomunal iglesia que no volver¨¢ a visitar- Su hijo, sugiere la ficci¨®n, est¨¢ incluso por encima de Dios en su particular escala de valores. Y aunque el final muestre planos de adscripci¨®n religiosa, lo cierto es que toda la odisea de los Odone se puede contemplar tambi¨¦n como una apostas¨ªa.
Curioso elemento ¨¦ste, inserto en una ficci¨®n que de tan tradicional resulta incluso rancia, y que Miller sirve con dinamismo y convicci¨®n, a pesar de que lo suyo no sea, ni haya sido nunca, el melodrama. Hace llorar, que de eso se trata, y no se aparta un ¨¢pice de los moldes del g¨¦nero: no le pidamos innovaci¨®n, que de eso s¨ª que no hace gala.
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