Una Pasi¨®n sin fervor

Por fortuna, la audici¨®n de las Pasiones, de Bach, se ha convertido en algo normal entre nosotros cuando se avecina la Semana Santa. Si la Orquesta y Coro Bach, de Berl¨ªn, dirigidos por Hochreither, ofreci¨® La Pasi¨®n de San Juan en el ciclo de la Universidad Aut¨®noma, Iberm¨²sica present¨® el martes La Pasi¨®n de San Mateo por el Kreuzechor de Dresde y la Orquesta de C¨¢mara de la Filarm¨®nica de Halle, bajo la direcci¨®n de Gothart Stier.Excelente fue la actuaci¨®n de la escolan¨ªa de Dresde, esos cruzados que se suceden a?o a a?o y siglo a siglo, pues la entidad cuenta con 750 a?os de historia. Perfecta la afinaci¨®n, la cohesi¨®n y la sobriedad de estilo. Dentro de un cuadro de solistas de nivel medio-alto, destac¨® la belleza vocal de la contralto Elizabeth Wilke, que en el aria ?Oh G¨®lgota!, alcanz¨® uno de los puntos culminantes de emoci¨®n de toda la tarde. La versi¨®n impuesta por el maestro Stier me pareci¨® escasamente interesante. Hace esta m¨²sica hermos¨ªsima con la naturalidad de quien la tiene tan sabida y vivida que es capaz de negarle la expresi¨®n fervorosa. En ocasiones, el genio de Bach venc¨ªa la mediocridad del concepto, pero otras, el mism¨ªsimo Juan Sebastian sucumb¨ªa, como en el caso del espl¨¦ndido coro final que Stier llev¨® con una ligereza casi festiva.