El morbo de los ausentes
![David Trueba](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fd3634561-4ac8-4213-91df-b8aacec77822.png?auth=ad868665f4f988b265600c52ec0918ab9e378c8b01e2edbddbd0aa0fa35ba953&width=100&height=100&smart=true)
En ninguna entrega de oscars pueden faltar las notas de derrota, desprecio y hasta venganza que vienen a endulzar tanto derroche de ¨¦xito y l¨¢grimas de felicidad. Uno acaba por encontrar que las ausencias aportan a la ceremonia tanto morbo o m¨¢s que las presencias y los modelitos que las envuelven.Los hay que no pisan la alfombra roja por justificado rencor. Como el repetidamente ignorado Spike Lee, que ni siquiera cont¨® en esta ocasi¨®n con la reivindicaci¨®n de su admiradora Kim Bassinger, tampoco presente tras su monumental derrota econ¨®mica en los tribunales. Su Malcolm X era una pel¨ªcula que, de estar pintada con otro color, habr¨ªa hecho las delicias de los acad¨¦micos. Tan s¨®lo el espl¨¦ndido Denzel Washington alcanz¨® la candidatura, pero ¨¦ste era el a?o de Al Pacino, aunque fuera el Al Pacino m¨¢s facil¨®n y sobreactuado.
Miles de fans se quedaron con las ganas de ver si a Kevin Costner le hab¨ªa crecido de nuevo el pelo tras el trasquilado de El guardaespaldas. Ni ¨¦l ni Whitney Huston dieron la cara por este ¨¦xito de taquilla que se qued¨® en una raqu¨ªtica doble candidatura a la mejor canci¨®n. Tampoco Tom Cruise ni Demi Moore tuvieron a bien mostrarse -ni ellos ni sus parejas- al no haber sido invitados a ganar o perder. Robert Redford y Francis Ford Coppola decidieron que estaban mejor en casa antes que ver su El r¨ªo de la vida y Dr¨¢cula alzarse con uno y tres oscars t¨¦cnicos, respectivamente. Volver¨¢n en tiempos mejores.
Ni el clarinete de Allen
A la creatividad del cine independiente no la hab¨ªan invitado ni a perder. Los votantes ignoraron cintas como Reservoir dogs, The waterdance, Laws of gravity, por no mencionar Maridos y mujeres, de Woody Allen. En este a?o, ni la Academia reconoce su genio neoyorquino ni ¨¦l podr¨¢ permitirse el lujo de quedarse a tocar el clarinete.
Para acabar de redondear las ausencias, ni una de las j¨®venes estrellas del cine actual pase¨® su tan querida moda grunge (harapienta) por el Dorothy Chandler. Lo m¨¢s cercano al dirty chic (moda sucia) fue el traje de pana de Robert Downey Jr., y eso porque estaba propuesto por su imitaci¨®n de Charlie Chaplin. Ni rastro, para desconsuelo de adolescentes gargantas, de River Phoenix, Juliette Lewis, Gradd Pitt, Gary Oldman, Johnny Depp o Winona Ryder.
Entre unas cosas y otras, los hay que sospechan que a los Oscar ya s¨®lo van los candidatos y los encargados de alguna presentaci¨®n. Los dem¨¢s se escabullen como pueden, aunque probablemente no se pierdan la retransmisi¨®n televisiva, aprendiendo para cuando les toque ganar.
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