Un tribunal de Francfort proh¨ªbe a Arriort¨²a fichar m¨¢s directivos de Opel

Un juzgado territorial de Francfort admiti¨® ayer una demanda de la firma automovil¨ªstica. Opel contra su rival Volkswagen, a la que acusa de vulnerar el c¨®digo de conducta ¨¦tica del sector al contra tar de forma masiva directivos procedentes de compa?¨ªas de la competencia. En los ¨²ltimos d¨ªas, Volkswagen se ha llevado a ocho altos ejecutivos de Opel, la subsidiaria de General Motors en Europa, y ha tentado, al menos, a otros 40.

David J. Herman, el presidente de Opel, relaciona este hecho con la llegada a la firma alemana del espa?ol Jos¨¦ Ignacio L¨®pez Arriort¨²a, a su vez procedente de GM y que trabaj¨® varios a?os en Opel.El fallo judicial supone que, en tanto VW no presente sus alegaciones contra Opel, le queda prohibido terminantemente seguir adelante con estas pr¨¢cticas, bajo la amenaza de sanciones de 500.000 marcos (36 millones de pesetas) o seis meses de c¨¢rcel contra toda aquella persona que sea sorprendida intentando captar directivos de Opel.

Volkswagen reaccion¨® ayer mismo afirmando que su actuaci¨®n se ajusta a la ley y manifestando su sorpresa. por la actitud de Opel, que, dice, no tiene precedentes en el sector. Sin embargo, VW no ha precisado cu¨¢ndo presentar¨¢ sus alegaciones, tras las cuales se iniciar¨ªan los tr¨¢mites para el correspondiente juicio, en caso de que el juez lo considerase procedente.

En Opel, en cambio, opinan justo lo contrario que en Volkswagen. "Es lo m¨¢s extraordinario que he visto en mis 20 a?os en el mundo de los negocios" dijo Herman, "no puedo recordar ning¨²n otro caso en el que una empresa se haya embarcado en un. esfuerzo similar para destruir la estructura gerencial de la competencia". Para el presidente de Opel, lo que est¨¢ sucediendo "es muy f¨¢cil de entender; el doctor L¨®pez conoce a nuestra gente y quiere conseguir los beneficios de nuestra experiencia, nuestros sistemas y nuestro equipo. Creo que ¨¦ste fue siempre su plan".

La carrera profesional de L¨®pez Arriort¨²a, cuyas peripecias en las ¨²ltimas semanas le han convertido en un mito popular en Alemania, se ha realizado en su mayor parte en General Motors, y m¨¢s concretamente en la central de Opel en R¨¹sseIsheim. Pero la herida abierta en la multinacional tras su rocambolesco fichaje por VW, que culmin¨® con su escapada de Detroit pocos minutos antes de que fuera a convertir se en el n¨²mero dos del mayor constructor del mundo, no parece haberse cerrado. Antes de este ¨²ltimo episodio, GM lleg¨® incluso a sugerir que los sistemas de producci¨®n que L¨®pez pudiera llevarse a VW eran propiedad de la firma y que podr¨ªa iniciar una acci¨®n legal para protegerlos.

Escapada

Se sabe, asimismo, que a principios del pasado mes de marzo, semanas antes de su escapada, el ejecutivo espa?ol asisti¨® a una serie de reuniones en R¨¹sseIsheim donde se discuti¨® la estrategia para aprovecharse de las dificultades por las que atraviesa VW, que ha perdido en el primer trimestre de este a?o 1.250 millones de marcos (casi 89.000 millones de pesetas). Pero lo que parece haber colmado la paciencia del gigante norteamericano ha sido el ataque directo contra su equipo gerencial y el hecho de que, al provenir de alguien que conoce bien la casa, apunte con precisi¨®n a las piezas m¨¢s competentes. De hecho, no parece que VW se haya dirigido a otros constructores alemanes como Mercedes, BMW o Ford.

Lo cierto es que, ya en los d¨ªas que sucedieron a la salida de L¨®pez de Detroit, seis ejecutivos de GM anunciaron su pase a Volkswagen. En los ¨²ltimos d¨ªas les han seguido ocho m¨¢s del departamento de compras de R¨¹sseIsheim. y seg¨²n la propia Opel, otros 40 han reconocido haber sido tentados por VW. La cifra, a?aden, podr¨ªa ser mayor. Seg¨²n Herman, los cazadores de cabezas de VW no se limitan a hacer, una oferta, sino que insisten, ofreciendo salarios que doblan los que est¨¢n percibiendo. Opel, a?aden, se ha visto forzada a realizar contraofertas. La firma de Wolfsburg ha reaccionado con aparente sorpresa a las acusaciones hechas por Opel. "No podemos explicarnos este ataque masivo", y no encontramos una raz¨®n para ello" dijo un portavoz de Volkswagen.