Un militar con la pluma cargada
El general Manuel Fern¨¢ndez-Monz¨®n de Altolaguirre, de 58 a?os, tiene un curr¨ªculo civil envidiable, pero una ideolog¨ªa militar que le ha colgado la etiqueta de ultraconservador. El hombre que accedi¨® en plena transici¨®n al puesto clave en las relaciones informativas entre el Ministerio de Defensa y la sociedad, ve cuestionada ahora su val¨ªa por un nombramiento relativamente menor y fuera de la milicia.Manuel Fern¨¢ndez-Monz¨®n, nacido en Madrid de ascendencia vasca y padre de dos hijos, vivi¨® muy de cerca el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. En aquella jornada -ya trabajaba en Defensa- estuvo permanentemente junto al general Alfonso Armada -condenado despu¨¦s como uno de los principales golpistas-, y no ha tenido reparos en proclamar su excelente concepto de este militar. Tiempo despu¨¦s de la intentona, y coincidiendo con el juicio a los implicados, public¨® en el diario Abc un art¨ªculo donde expon¨ªa su "drama sentimental" ante lo ocurrido. Y escrib¨ªa, entre otros p¨¢rrafos: "Muchos de nosotros -pienso que la inmensa mayor¨ªa- no nos hemos solidarizado con los actos que se cometieron aquel nefasto d¨ªa de febrero ni con los motivos que los inspiraron, y por eso, por nuestra disciplina, se frustraron. Pero estoy seguro de que casi todos, por no decir todos, nos solidarizamos desde entonces con la desgracia de los que ahora van a sentarse en el banquillo. Su dolor y el de sus familias es nuestro dolor". (Abc 20-II-1982).
Fern¨¢ndez-Monz¨®n levant¨® tambi¨¦n la pol¨¦mica en los a?os de la transici¨®n cuando se aproxim¨® desde sus art¨ªculos a la postura de la ultraderecha seg¨²n la cual los Ej¨¦rcitos deben depender directamente del Rey y de la cadena de mando militar, y no del ministro de Defensa y del presidente del Gobierno.
El general Fern¨¢ndez-Monz¨®n no ha respondido a las invitaciones de este peri¨®dico -cursadas a trav¨¦s de personas allegadas- para actualizar la vigencia o no de sus opiniones. El tel¨¦fono de su domicilio particular no fue atendido en dos d¨ªas.
Manuel Fern¨¢ndez-Monz¨®n, porte marcial, nariz achatada por un accidente de tr¨¢fico, re¨²ne todos los requisitos exigibles para el cargo. La inesperada estrella de cuatro puntas que le proporcion¨® su ascenso al generalato en octubre de 1988 desbordaba en realidad los galones militares que se precisan para su nuevo empleo. Juan Barranco, por ejemplo, nombr¨® como inspector a un coronel: Javier Lobo.
Ascenso inesperado
Nadie se esperaba ya que el entonces coronel Fern¨¢ndez-Monz¨®n fuese ascendido -hace ya cinco a?os y a propuesta del ministro Narc¨ªs Serra-, a general de brigada. Serra agrup¨® a Fern¨¢ndez-Monz¨®n, de clara imagen conservadora, con Alberto Piris, catalogado como un militar de ideolog¨ªa abierta. Los dos militares fueron los ¨²ltimos de la novena promoci¨®n que alcanzaron este elevado rango. Fern¨¢ndez Monz¨®n se qued¨® ah¨ª, no fue ascendido a general de divisi¨®n y tuvo que pasar a la reserva cuatro a?os despu¨¦s.
El general Fern¨¢ndez-Monz¨®n, adem¨¢s, es periodista, termin¨® por libre la carrera de derecho y estudi¨® sociolog¨ªa.
Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n y Alberto Oliart, ambos en Gobiernos de la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD), le reclamaron como asesor y m¨¢s tarde responsable del departamento de prensa del Ministerio de Defensa (entre 1980 y 1982). Anteriormente, estuvo destinado, en los servicios de documentaci¨®n (Seced) de la Presidencia de Gobierno, organizados durante el gobierno de Franco y del almirante Carrero Blanco.
Desde estos servicios particip¨® en la operaci¨®n promesa, con la que una facci¨®n de aquel sistema intent¨® una salida controlada al franquismo. Esta aparente apertura no le retra¨ªa a la hora de publicar sus escrutados art¨ªculos en el peri¨®dico Abc desde 1965: todav¨ªa en septiembre d¨¦ 1980 rubric¨® uno en el que se pronunciaba en contra de la amnist¨ªa para los militares de la extinta Uni¨®n Militar Democr¨¢tica (UMD), que se hab¨ªan opuesto a la sangrienta dictadura del general Francisco Franco. Fern¨¢ndez-Monz¨®n siempre ha sido consciente de que sus art¨ªculos period¨ªsticos eran examinados de manera especial, y disfrazaba su disgusto con acusaciones generales contra la prensa: "Antimilitarismo es considerar con lupa todos los discursos, declaraciones o intervenciones p¨²blicas de las autoridades militares o de Defensa buscando de forma mal¨¦vola, inconsciente o morbosa cuanto pueda servir para crear o mantener suspicacias en relaci¨®n a la actitud corporativa de las Fuerzas Armadas con respecto a la actualidad nacional" (Anuario de EL PA?S de 1982).
Su posici¨®n inequ¨ªvoca a favor de la integraci¨®n de Espa?a en la OTAN y de la utilizaci¨®n de armas nucleares t¨¢cticas de medio alcance le hicieron acreedor de numerosos enemigos y reforzaron su imagen conservadora. Los atentados en el Pa¨ªs Vasco -¨¦l usaba la denominaci¨®n franquista Ias Vascongadas"- le hac¨ªan perder la ambig¨¹edad, como cuando reclamaba veladamente el estado, de excepci¨®n: "Esta hoguera ya no se puede reducir con 'normas legales' solamente. El enfermo no responde al tratamiento democr¨¢tico y de Derecho porque ambas cosas -democracia y ley- les importan un r¨¢bano a los integrantes de este cuerpo tocado del mal secesionista... Personalmente ya no puedo imaginar a qu¨¦ se reconoce en esta Espa?a nuestra como 'excepci¨®n' o 'excepcional'. Hay un estado de tal reconocido en la Constituci¨®n y regulado por una ley que desarrolla el art¨ªculo 116. Y si este drama, culminado con los 'Incidentes' de la v¨ªspera de la Virgen en San Sebasti¨¢n, no es excepcional, ?qu¨¦ lo ser¨¢?". (Abc 19-VIII-1983).
Tras su cese en Defensa, aparecer¨ªa tambi¨¦n en los peri¨®dicos como portavoz y directivo de la compa?¨ªa a¨¦rea privada Spantax cuando esta empresa quiso saldar sus deudas con Hacienda -antes de quebrar- cediendo aviones a las Fuerzas Armadas.
La capacidad de pluriempleo de Fern¨¢ndez-Monz¨®n tambi¨¦n fue denunciada antes, porque, adem¨¢s de ocupar un puesto en el gabinete t¨¦cnico del ministro de Defensa, estaba relacionado, con varias empresas privadas y en una de ellas efectuaba estudios sociol¨®gicos para el partido de su ministro (UCD). En esa ¨¦poca dispon¨ªa de despacho como asesor en la agencia Efe, de la que era presidente Luis Mar¨ªa Ans¨®n -actual director de Abc-, y colaboraba en varios medios informativos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.