Clinton, entre la guerra comercial y la negociaci¨®n

El de hoy ser¨¢ el tercer encuentro entre Brittan y Kantor, cuando la Administraci¨®n Clinton se halla en la frontera del balance de los 100 d¨ªas, saldado, en las relaciones comerciales con Europa, con un principio de guerra comercial (sanciones a las importaciones de acero, amenazas en mercados p¨²blicos, expresiones b¨¦licas en construcci¨®n aeron¨¢utica y agricultura) y con un principio de negociaci¨®n, sin que ninguno haya tomado todav¨ªa la delantera sobre el otro.El presidente Clinton ha pedido ya al Congreso, para satisfacci¨®n y alivio de los europeos, la prolongaci¨®n del mandato de negociaci¨®n r¨¢pida o fast track, imprescindible para conseguir que la Ronda Uruguay concluya en abril de 1994 y no se prolongue varios a?os m¨¢s, como suceder¨ªa sin mandato parlamentario para la Administraci¨®n norteamericana. La Comisi¨®n Europea ha dado a conocer tambi¨¦n, el pasado jueves, su noveno informe sobre las trabas al libre comercio por parte de Estados Unidos, en el que se se?ala la aparici¨®n de nuevos obst¨¢culos y el mantenimiento de un nivel similar de agravios europeos.

Seg¨²n el informe, Estados Unidos efect¨²a pr¨¢cticas unilaterales "potencialmente ilegales desde el punto de vista del GATT". La CE se?ala la aplicaci¨®n extraterritorial de la legislaci¨®n comercial norteamericana, en detrimento de la soberan¨ªa de los otros Estados. Washington recurre con frecuencia creciente al concepto de "seguridad nacional econ¨®mica" para justificar restricciones. La CE cita tambi¨¦n las numerosas cl¨¢usulas de preferencia nacional o Buy American Acts y los obst¨¢culos estructurales, principalmente en el cerrad¨ªsimo mercado de las telecomunicaciones.

La CE denuncia otras barreras comerciales, como los derechos de aduana y los contingentes excesivos, las subvenciones a las exportaciones agr¨ªcolas, la fiscalidad sobre los autom¨®viles europeos, la fragmentaci¨®n normativa y jur¨ªdica del mercado norteamericano, las dificultades para entrar en el mercado de los servicios (banca, seguros, telecomunicaciones y radiofonismo) y las discriminaciones en propiedad intelectual (patentes y marcas).

El informe de la CE tiene car¨¢cter meramente instrumental, con el objetivo de facilitar la negociaci¨®n y la mejora de las relaciones comerciales, mientras que el realizado por la Administraci¨®n norteamericana tiene como finalidad la adopci¨®n de sanciones, seg¨²n fuentes de la CE.