Un museo para el horror y las l¨¢grimas
Bill Clinton inaugura en Washington un centro que recordar¨¢ para siempre el terror del holocausto
Es el primer museo no tolerado para menores de la ciudad de Washington. Es un regreso a la noche de los cuchillos largos y a todos los horrores de la persecuci¨®n de los jud¨ªos por los nazis.En medio del centro monumental de Washington, entre el obelisco donde se rinde homenaje al primer presidente norteamericano y el mausoleo donde se preserva la memoria de Jefferson, Bill Clinton inaugur¨® ayer una c¨¢mara del terror donde se quiere mantener el recuerdo de lo que la humanidad no debe olvidar.
La entrada al Museo del Holocausto de Washington asemeja a la de las c¨¢maras de gas de los campos de Auschwitz, Treblinka y Dachau, donde fueron exterminados millones de jud¨ªos, gitanos, homosexuales, testigos de Jehov¨¢, polacos y otros que escapaban del concepto de raza pura de la Alemania nazi.
El edificio de cinco plantas, construido con 168 millones de d¨®lares obtenidos de donaciones privadas, recoge todo tipo de recuerdos de los campos de concentraci¨®n. Particularmente conmovedora resulta la visi¨®n de una pila de miles y miles de zapatos que calzaban las v¨ªctimas.
Al final del recorrido del museo, protegidas por un muro lo suficientemente alto como para tapar la vista de los ni?os, varias pantallas de cine y televisi¨®n ofrecen escenas, jam¨¢s expuestas hasta ahora, sobre ejecuciones masivas, enterramientos colectivos y todo tipo de tormentos.
El presidente ha querido inaugurar este museo en un acto que incluye la presencia de una decena de jefes de Estado y de Gobierno, la mayor¨ªa de ellos procedentes de pa¨ªses del centro y el este de Europa, donde m¨¢s se sufri¨® la persecuci¨®n nazi. Clinton se refiri¨® en su discurso de inauguraci¨®n al peligro que representa el resurgimiento de corrientes neofascistas, como los cabezas rapadas, y critic¨® a los pa¨ªses donde determinadas etnias sufren persecuci¨®n, especialmente la antigua Yugoslavia, Sur¨¢frica, e Ir¨¢n, Irak y Turqu¨ªa respecto a sus minor¨ªas kurdas.
Ha provocado gran pol¨¦mica la presencia entre los invitados del presidente de Croacia, Franjo Tudjman, autor de un libro en el que se pone en duda que la cifra de jud¨ªos muertos en los campos de exterminio sea de seis millones. El premio Nobel de la Paz Ellie Wiesel, presentador del acto, dijo que los argumentos de Tudjman "favorecen a aquellos que niegan la existencia del holocausto".
Un portavoz del museo indic¨® que se hab¨ªan cursado invitaciones para el acto, sin distinci¨®n, a todos los l¨ªderes europeos, excepto al de Serbia. En la memoria de todos los reunidos circulaban los horrores inspirados tambi¨¦n en la limpieza racial, que ocurren a diario en Bosnia-Herzegovina.
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