?Escribi¨® un diario Jack el Destripador?
Tras un siglo, el descubrimiento de las notas de un empresario de Liverpool pone nombre al asesino
![Enric Gonz¨¢lez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fe19959f9-1b77-4fa4-b4c9-ad9c27d18ec2.png?auth=cc48cfeca3c4fa713d7e16fc9e97f765f78a2bc782edcbaf28750ab1efa9f6c0&width=100&height=100&smart=true)
S¨®lo se cobr¨® cinco v¨ªctimas, casi nada en comparaci¨®n con los actuales Chikatilos, Sutcliffes, Nielsens o Buntys, pero qued¨® para siempre en la historia criminal. En parte, porque fue el primer serial killer o, en t¨¦rminos m¨¢s correctos, adicto al asesinato con que top¨® una polic¨ªa moderna. En parte, porque Londres era en su ¨¦poca la capital del mundo. En parte, porque su identidad qued¨® en el misterio. Jack the Ripper, el Destripador, mat¨® por primera vez el 31 de agosto de 1888 y desapareci¨® tras destrozar espantosamente a su quinta v¨ªctima, Mary Kelly, en la madrugada del 8 de noviembre.Desde entonces, los ripper¨®logos han especulado con m¨²ltiples sospechosos: conspiradores mas¨®nicos, el m¨¦dico de la reina Victoria, el mism¨ªsimo nieto de la reina, el abogado sin clientes Druitt, el estudiante de medicina Klosowski, el pobre jud¨ªo Kosminski, el vagabundo Ostrog... Al cabo de 105 a?os, el misterio podr¨ªa haberse resuelto por fin. El nuevo y s¨®lido candidato se llam¨® James Maybrick, fue empresario algodonero en Liverpool y dej¨® de matar porque su esposa, harta de malos tratos, lo envenen¨®.
La pista que ha conmocionado a los ripper¨®logos de todo el mundo es un viejo diario, oculto en alg¨²n desv¨¢n de Liverpool durante m¨¢s de un siglo, en el que Jack detall¨® sus cinco asesinatos. El diario s¨®lo ha sido visto por la escritora Shirley Harrison, que piensa publicarlo en octubre; por una productora de televisi¨®n, que lanzar¨¢ un documental simult¨¢neamente, y por un pufiado de especialistas selectos, comprometidos bajo contrato a no decir palabra. La dataci¨®n del papel no ofrece dudas: es de f¨ªnales del siglo pasado. Y uno de los especialistas que han examinado el diario, Donald Rumbelow, ha comentado que la evidencia "parece s¨®lida". Rumbelow es agente de Scotland Yard y, probablemente, el mejor especialista mundial en ripperolog¨ªa. Si ¨¦l, que se ha carcajeado de muchas teor¨ªas anteriores, concede verosimilitud a ¨¦sta, habr¨¢ que estar atentos al presunto diario de Jack.
El aut¨¦ntico nombre del asesino no ha sido revelado por los poseedores del diario. Fue un periodista de Liverpool quien, el jueves, averigu¨® gracias a una serie de coincidencias que el presunto autor del mismo fue James Maybrick. Shirley Harrison no confirm¨® ni desminti¨® el dato.
Maybrick encaja con la supuesta descripci¨®n f¨ªsica del asesino (mediana estatura, bigote, ojos penetrantes) de que dispon¨ªa el inspector Abberline, el hombre que persigui¨® al Destripador. Era alcoh¨®lico, se drogaba con ars¨¦nico, sufr¨ªa accesos de furia y ten¨ªa un desenfrenado apetito sexual, lo cual coincide con un perfil psicol¨®gico elaborado hace cinco a?os por el FBI. Pero era cincuent¨®n, mientras los testigos y el FBI situaban al asesino en la treintena.
Su m¨¦todo de actuaci¨®n, que corresponde al criminal organizado (arma propia y casi ninguna improvisaci¨®n), es compatible con el Maybrick residente en Liverpool y con empleo fijo, que viajaba peri¨®dicamente a Londres para visitar a su hermano: los cinco cr¨ªmenes fueron cometidos en fin de semana.
Maybrick fue envenenado a principios de 1889 por su esposa americana, Florence, a la que maltrataba asiduamente. Ella fue condenada a muerte, se le conmut¨¦ la pena y acab¨® muriendo en Estados Unidos en 1941. Tal vez nunca supo del siniestro diario que escrib¨ªa su marido.
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