50 adolescentes reciben tratamiento contra la drogadicci¨®n en Madrid

Alrededor de cincuenta adolescentes reciben tratamiento en los centros de atenci¨®n a drogodependientes (CAD) del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. Un 1% de los toxic¨®manos que acudieron a los CAD municipales, en 1992 ten¨ªan menos de 16 a?os.

Las administraciones local y auton¨®mica disponen de programas especiales donde los menores reciben atenci¨®n sanitaria y psicol¨®gica y participan en actividades organizadas por asociaciones de barrio. Pero no todos los casos son descubiertos y, a menudo, curar la drogadicci¨®n supone s¨®lo un parcheo en los numerosos problemas de marginaci¨®n de estos adolescentes.Los programas de menores funcionan en los CAD municipales de Vallecas, Villaverde y Latina, donde nueve adolescentes reciben tratamiento y 66 tienen un seguimiento especial, y en el centro ole d¨ªa de Tetu¨¢n, de la Comunidiad, que atiende a unos 30 muchachos.

Nieves Herrero, directora del CAD de Vallecas, reconoce que "a menudo las drogas son s¨®lo un indicio de los graves problemas de un chico y ah¨ª es donde nosotros no podemos llegar". Pero Herrero a?ade, "Si ese chaval vive en un gueto de chabolas, no se adapta a la escuela, si su familia tiene un fuerte deterioro, librarle temporalmente de las drogas es s¨®lo poner un parche". La responsable del centro de tratamiento de: Vallecas cree que hace falta que las instituciones aborden de forma global el problema de los menores en situaciones de marginaci¨®n.

No es la ¨²nica persona que opina as¨ª. Jos¨¦ Luis Segovia, de la Coordinadora de Barrios, insiste en la. importancia de "ofrecer apoyos a las familias y alternativas a la escuela para muchos de estos chavales". Tambi¨¦n ve necesaria la creaci¨®n de una comunidad terap¨¦utica adaptada a los menores.

Tambi¨¦n Emiliano Mart¨ªn, responsable del Plan Municipal de Drogas, asegura que "se est¨¢ estudiando habilitar un lugar para cu¨¢ndo estos chicos llegan a precisar un internamiento". Sin embargo, Carlos Mateo, coordinador de asistencia y rehabilitaci¨®n del Plan Regional de Drogas, no lo ve necesario. "Los casos de menores toxic¨®manos son m¨ªnimos y se pueden tratar sin necesidad de una residencia de ese tipo", asegura.

"Luna de miel con la droga"

Los profesionales creen que el trabajo con adolescentes es m¨¢s dif¨ªcil que: con adultos. "Son m¨¢s impulsivos, tienen m¨¢s necesidad de romper las normas y es m¨¢s complicado manejarlos", asegura Herrero. "No son conscientes de su situaci¨®n, llevan pocos a?os consumiendo y todav¨ªa est¨¢n en plena luna de miel con la droga", siabraya Mateo.Los grupos de barrio son una pieza b¨¢sica en todos estos programas. Conocen el medio y pueden descubrir los casos de consumo de drogas a edades tempranas que se les escapan a los profesionales de las instituciones. Adem¨¢s, son ellos los que, a menudo luchando a brazo partido por la subvenci¨®n oficial, organizan actividades en las que participan estos adolescentes.