"La derecha provoca el des¨¢nimo de los ciudadanos"
La presencia de Rafael Delgado, de 37 a?os, el m¨¢s fiel colaborador de Alfonso Guerra, en la lista del PSOE por M¨¢laga, es una de las novedades de la campa?a. Delgado, s¨¦ptimo en la lista, no tiene opciones, pero su presencia aporta un gran simbolismo pol¨ªtico.
Secretario de la Vicepresidencia del Gobierno hasta la dimisi¨®n de Alfonso Guerra, Rafael Delgado trabaja ahora como su director de gabinete en la vicesecretar¨ªa del partido. Es su sombra y su socio. Por eso, cuando se habla con ¨¦l hay momentos en los que se duda de si es ¨¦l o Alfonso Guerra quien habla. Fali, como es conocido Rafael Delgado, coincide con el discurso de Guerra de que la corrupci¨®n es cosa de "voceros".Pregunta. Despu¨¦s de 17 a?os de militancia en la sombra, ?por qu¨¦ decide ahora aspirar a un esca?o en el Congreso?
Respuesta. Llevo desde 1976, cuando me incorpor¨¦ al PSOE en M¨¢laga, trabajando por el partido. Ahora me han invitado a entrar en la candidatura. He aceptado encantado.
P. Usted es la ¨²nica novedad en las listas de M¨¢laga, una provincia donde domina el sector guerrista. Eso contrasta con lo sucedido en el ¨²ltimo congreso provincial; existe un importante sector del partido que no est¨¢ representado.
R. Las asambleas han pro puesto unos nombres, votados mayoritariamente. Si hay continuidad es porque los diputados y senadores han trabajado bien por M¨¢laga y, por tanto, no hab¨ªa razones para cambiar.
P. ?Admite, como dicen las encuestas, que la p¨¦rdida de votos del PSOE se debe a errores propios?
R. En 10 a?os de gobierno se cometen errores y omisiones, y hay un desgaste l¨®gico. Se han hecho cosas que no les gustan a algunos sectores, pero son minoritarios, porque se ha seguido una pol¨ªtica solidaria. Nosotros llegamos al Gobierno en un duro proceso de crisis institucional y econ¨®mica que se super¨® con un gran esfuerzo. Al hacerlo en una perspectiva, pod¨ªan cometerse omisiones en otras. Nos siguen preocupando el empleo y la crisis econ¨®mica, pero estamos en mejor situaci¨®n que en 1982 para superarlo.
P. ?Qu¨¦ influencia han tenido los presuntos casos de corrupci¨®n en la p¨¦rdida de apoyo?
R. Al electorado se le ha creado cierta incertidumbre. A trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n, y de los voceros en general, se han magnificado elementos que ten¨ªan que estar en procesos judiciales. Algunos medios han pasado por encima de la libertad de expresi¨®n y de la presunci¨®n de inocencia, e incluso hay quien se ha atrevido a escribir sentencias que todav¨ªa no han hecho los jueces. Hay que esperar a que culminen los procesos judiciales antes de sacar conclusiones. Al ciudadano lo que m¨¢s le preocupa es su vida cotidiana: la estabilidad en el empleo, disponer de recursos econ¨®micos para su familia, la sanidad.
P. ?Existe distanciamiento entre Felipe Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra? ?Representan dos conceptos diferentes de pol¨ªtica dentro del mismo partido?
R. Desde hace muchos a?os, la derecha de todo tipo y l¨ªderes de opini¨®n han intentado crear unas diferencias entre Felipe Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra. Y eso es as¨ª porque el partido se ha fundamentado en un esquema de trabajo, de homogeneidad de discurso y liderazgo en torno a ellos dos, y cre¨ªan que creando o provocando esa sensaci¨®n pod¨ªan desestabilizar el partido. El partido homog¨¦neo y cohesionado da seguridad a los espa?oles. Evidentemente que en un momento determinado pueden pensar distinto. Todos los militantes tienen sus criterios sobre programas y actuaciones, pero lo importante en este partido es que al final hay un complemento entre todos.
P. Pero da la impresi¨®n de que eso tambi¨¦n ha ocurrido dentro del partido.
R. No, no, han sido elementos de derecha los que desde fuera han intentado provocarla dentro. A los dem¨¢s partidos no les gusta que exista el complemento entre Gonz¨¢lez y Guerra, porque es garant¨ªa de cohesi¨®n. Y mientras sea as¨ª, vamos a ser hegem¨®nicos en la sociedad espa?ola.
P. Ustedes insisten en comparar su programa con el de 1982; parece como si obviaran su actuaci¨®n en los ¨²ltimos a?os o no reconocieran los programas de 1986 y 1989.
R. Es cierto que en los ¨²ltimos a?os hay una sensaci¨®n en la ciudadan¨ªa de des¨¢nimo o inseguridad, provocada fundamentalmente por la derecha, que alimenta Su discurso en esa inestabilidad. Vimos conveniente hacer un programa no s¨®lo ilusionante, como el de 1982, sino de compromisos. En el programa hay m¨¢s de 400 ofertas muy concretas que llegan a aspectos muy cotidianos para contrarrestar esa sensaci¨®n de inseguridad provocada por la derecha.
P. ?Es razonable presentar al PP como representante de la derecha antidemocr¨¢tica?
R. No hay m¨¢s que o¨ªr su discurso, con un contenido que recuerda algo del pasado. Tambi¨¦n en la imagen, como el color azul de los carteles. Como dec¨ªa, la derecha ha intentado una operaci¨®n de hacer ver que todo va muy mal, porque de ah¨ª extrae su discurso. Nosotros tenemos una responsabilidad institucional ' y como partido tenemos que ser realistas. Existe preocupaci¨®n y tenemos que dar soluciones concretas. Pero sin catastrofismos ni dramatismos, que es el discurso que ellos alimentan.
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