Media hora para cambiar una vida

Pedrito de Portugal toreaba el a?o pasado a¨²n sin picadores; sumaba 15 corridas en sus tres ¨²ltimas temporadas. En 1993 ya lleva 20: Valencia, Zaragoza, Barcelona, Sevilla, C¨®rdoba... y esta tarde, Madrid. Su carrera es fulgurante. Dice que porque no defrauda. Se define como un torero con temple, pero que mata mal: "Hasta hace muy poco tiempo no ve¨ªa pasar los pitones por mi barriga".

El joven novillero, de 18 a?os, ha empezado a conocer esta temporada el ritmo de vida de las figuras: "Es una profesi¨®n maravillosa, acelerada, ¨²nica, en la que puedes ganar millones y lograr que cambie el signo de tu vida en media hora". Tiene enorme confianza en conseguir esto ¨²ltimo hoy mismo: "Despu¨¦s del triunfo en Sevilla el domingo llego a Madrid con la intenci¨®n de abrir la puerta grande. S¨ª, mi vida va a cambiar en esta media hora".Quiere salir al ruedo de Las Ventas con sangre fr¨ªa, sin dejarse impresionar por estar en "la catedral de la tauromaquia", para realizar as¨ª un toreo aut¨¦ntico: "Siento profundamente cada pase que realizo. Procuro entregarme con tal naturalidad que mi toreo llega al p¨²blico f¨¢cilmente, trasmite, que es como se dice ahora".

De llegar el triunfo, supondr¨¢, dice, "la confirmaci¨®n de que estoy consiguiendo cuanto program¨® mi apoderado, Victoriano Valencia".

Atribuye su temple a un

privilegio divino". Lo que se aprende, la t¨¦cnica, se lo ense?¨® su padre, Roque Silva, que lleg¨® a ser novillero. Su gran inconveniente sigue siendo la espada: "Hasta el a?o pasado no he visto lo cerca que pueden pasar los pitones de Mi barriga. A la hora de matar s¨ª que llevo mucho retraso porque no sal¨ªa de Portugal y no pude practicar. M? padre tampoco me dej¨® vestirme de luces hasta 1989 porque ten¨ªa muy poco cuerpo para enfrentarme a los novillos".

Ahora el tama?o de los pitones no le impresiona: "Un cornicorto suele ser m¨¢s certero. No me importa que los novillos sean grandes o descarados, sino que embistan. Si es bonito pero sin calidad, no interesa".