Belgrado emite billetes millonarios para paliar los efectos de un a?o de embargo
El embargo internacional decretado contra la antigua Yugoslavia, es decir, contra Serbia y Montenegro, cumpli¨® ayer un a?o de vigencia. La galopante inflaci¨®n -casi un 10% diario- ha obligado al Banco Central Yugoslavo a emitir un nuevo billete de cinco millones de dinares, que equivalen a unos 15 marcos alemanes, seg¨²n el tipo de cambio en el mercado negro, el ¨²nico existente. Hace un mes, el banco puso en circulaci¨®n el billete de 500.000 dinares, cuyo valor, cuando sali¨® a la calle, apenas alcanzaba dos marcos. Hace un a?o, las autoridades monetarias suprimieron tres ceros de la moneda nacional, pero el ¨ªndice de inflaci¨®n tir¨® por tierra los efectos de la devaluaci¨®n. Los ordenadores y las cajas registradoras vuelven a tener problemas con tantos ceros.El Gobierno federal aprob¨® la emisi¨®n ilimitada de los nuevos billetes para revitalizar la producci¨®n en algunos sectores, comprar la paz social del mill¨®n largo de obreros en paro que reciben compensaciones del Estado y para satisfacer a los jubilados, que tambi¨¦n superan el mill¨®n. Sin embargo, seg¨²n los economistas oficiales, las pocas empresas que a¨²n est¨¢n en funcionamiento prefieren utilizar los cr¨¦ditos en dinares para comprar marcos en el mercado negro que invertir en producci¨®n. La espiral de la inflaci¨®n es imparable, aunque las autoridades esconden cu¨¢nto papel poseen para seguir imprimiendo nuevos billetes.
El patr¨®n marco
El salario medio en Yugoslavia apenas alcanza los 50 marcos, la moneda en la que se calcula todo. Las cifras millonarias en dinares son dif¨ªciles de leer y pronunciar. Los productos alimenticios suben de precio cinco o seis veces al mes. Los sueldos se pagan dos o tres veces al mes. El Gobierno obliga a los comerciantes a aceptar cheques, o sea, pagos aplazados, para mitigar los efectos de la subida de precios sobre el nivel de vida ciudadano, con lo que generan m¨¢s inflaci¨®n.
Slobodan Radulovic, director de la cadena de supermercados C-Market, asegura que las ventas han ca¨ªdo un 50% y que los consumidores s¨®lo compran alimentos b¨¢sicos y ahorran en productos de higiene, chocolates, alcohol y otros lujos.
Durante la campa?a electoral, en diciembre pasado, las autoridades serbias alentaron la ilusi¨®n de vivir sin trabajar. As¨ª, toleraron miles de cajas de ahorro ilegales que ofrec¨ªan tasas de inter¨¦s superiores a un 10% mensual por los dep¨®sitos en divisas. Sin embargo, la jauja del dinero f¨¢cil ha terminado. Jezdimir Vasiljevic, director de Jugoskandic, uno de los mayores bancos de ilusiones, huy¨® del pa¨ªs en marzo y en las arcas de su banco s¨®lo se encontraron dos marcos.
A pesar del embargo, flamantes Mercedes y BMW circulan por Belgrado. Sus due?os pueden pagar la gasolina, que milagrosamente no escasea a pesar de las sanciones, a dos marcos el litro. Los que se amontonan en los autobuses abarrotados o perdieron su dinero en los bancos reciben otras compensaciones a cambio de los salarios: harina, az¨²car, aceite, detergentes, distribuidos por los sindicatos en ausencia de dinero efectivo. El a?o de embargo internacional ha provocado la pauperizaci¨®n y la criminalizaci¨®n de la sociedad.
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