El Tenis
Mi bella y joven se?ora es de Santander de toda la vida y trabaja en el mundo de las leyes. Su finura y su estilo, y el calor que transmite, son como las caricias de la mar cant¨¢brica, espejo en el que nos miramos a la ca¨ªda del d¨ªa, a la hora del aperitivo de la gente m¨¢s chic de una ciudad chic que ha echado la trampa a sus devaneos laborales. Es conservadora como sus numerosos hermanos, que tambi¨¦n son de Santander de toda la vida, y tambi¨¦n votar¨¢n a Aznar. Tambi¨¦n son de los 6.000 socios de la Real Sociedad Tenis Santander, lugar sublimado por el regusto del tiempo y por las amas de casa de post¨ªn del Santander de antes y de despu¨¦s, que, a estas horas, abandonan la primera planta, donde han jugado a la canasta y al bridge, y aperitivean igualmente y le dan al pico mientras, a trav¨¦s de los ventanales espl¨¦ndidos, divisan a los j¨®venes y a los ya talludos d¨¢ndole a la raqueta en las cinco pistas de tierra batida del club. En cosa de d¨ªas, a esta misma hora crepuscular, esta gente de orden, trabajadora e inteligente por ley de vida, desde el mismo bar, escuchar¨¢n la musiquilla de los chapuzones de los bastantes en la piscina de agua salada del lugar, el Tenis, como se dice en Santander desde toda la memoria del tiempo.La gente del Tenis votar¨¢ a Aznar y a Orchi. Orchi es Juan Hormaechea, "el emperador". Orchi es un fen¨®meno c¨¢ntabro desde hace 15 a?os; hablan mal de ¨¦l, pero le votan". En esta campa?a de campanillas democr¨¢ticas, Aznar evita Santander por no enfrentarse con Orchi, que dicen en el Tenis. "Orchi es incomprensible, tiene una personalidad especial; no es representativo, pero hasta un momento dado lo fue; y ha hecho cosas por Santander". "Orchi es un caudillo, pero a la gente le gusta; yo estudi¨¦. con ¨¦l, lo conozco de toda la vida y no lo trato, pero le voto porque ha hecho m¨¢s que nadie por la ciudad".
El Tenis es un Santander dentro de Santander. El carn¨¦ de socio se pasa de padres a hijos. Algunas hembras consortes o machos de la misma ¨ªndole entran en el Tenis. Y no m¨¢s. Y, ahora, Aznar que est¨¢s en los cielos, "ven a la Moncloa"; no es que, en el Tenis, se esperen milagros: "La situaci¨®n que le van a dejar es muy cruda, pero hay que darle oportunidad"; "los programas no se cumplen nunca"; "yo no vot¨¦ al PSOE en 1982, pero aquello fue una esperanza para todos".
Seguimos limitados por la pen¨ªnsula de la Magdalena, por la playa de id¨¦ntico nombre, por el mar abierto y por la avenida Reina Victoria: el Tenis, lugar de moda cada uno de los d¨ªas de los 365 d¨ªas de todos los a?os que recuerda la clientela de Santander de toda la vida. "Eso de derecha e izquierda ya no lo veo lo mismo ahora". ?Luego el aborto?: aqu¨ª, en el Tenis, el aborto no es oro de ley, "pero Aznar no lo va a revocar, ni nadie se lo podr¨¢ imponer". "En Santander, al PSOE lo pueden votar gente de izquierda muy moderada".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.