Maruja Torres, Haro y Vicent inician la colecci¨®n El Viaje Interior

Maruja Torres, Eduardo Haro Tecglen y Manuel Vicent son los primeros autores de la nueva colecci¨®n El Viaje Interior, que la editorial El Pa¨ªs-Aguilar presentar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 7 en la galer¨ªa Marlborough de Madrid. Los libros, que estar¨¢n a partir de ma?ana en las librer¨ªas espa?olas y en la Feria del Libro de Madrid, son Amor Am¨¦rica (Maruja Torres), ?Qu¨¦ estafa! (Eduardo Haro Tecglen) y A favor del placer (Manuel Vicent).El libro de Maruja Torres es un viaje sentimental por Am¨¦rica Latina; los de Haro Tecglen y Manuel Vicent resumen y compendian de alguna manera sus columnas publicadas en EL PA?S. La obra de Haro Tecglen son las memorias y notas de un tiempo dif¨ªcil, y la de Vicent se presenta como un cuaderno de bit¨¢cora para n¨¢ufragos de hoy. En los tres casos, los autores han introducido, de su pu?o y letra, reflexiones o exabruptos que enriquecen los propios textos ya publicados.

Viaje interior

Amor Am¨¦rica parte del viaje que Maruja Torres hizo en tren por Am¨¦rica Latina enviada por El Pa¨ªs Semanal, en el que public¨® una serie de reportajes. La obra es una reconstrucci¨®n totalmente nueva del aquel recorrido, que, como explica Maruja Torres, "no es sino la historia de un viaje interior e interminable -suma de ¨¦ste y de muchos viajes anteriores- por la gente que amo, los muertos que dej¨¦ y los sue?os que a¨²n comparto".El libro de Eduardo Haro Tecglen es una catarsis de nuestro tiempo y tambi¨¦n una radiograf¨ªa personal de uno de los periodistas m¨¢s prestigiosos de este pa¨ªs. As¨ª explica el autor en la propia obra lo que ?Qu¨¦ estafa! ha significado para ¨¦l: "Castilla del Pino me dijo que estas columnas eran excelentes para mi salud mental: me curaban. No dijo de qu¨¦. Ellos son as¨ª. Encuentran que todos necesitamos curaci¨®n. El problema que encontr¨¦ es que si me curaban, dejar¨ªa de escribirlas, y si dejaba de escribirlas, volver¨ªa otra vez al mal, hasta que escribiese de nuevo, y entonces...".

Manuel Vicent ha recogido y rehecho en muchos casos sus columnas hasta convertir su selecci¨®n en un libro nuevo. Y lo ha hecho de acuerdo con el siguiente criterio: "Para que todo el mundo quepa en una columna de 66 l¨ªneas de 30 espacios es necesario desechar lo que sobra: planetas, estrellas, galaxias, el vac¨ªo que existe entre ellas con su silencio de piedra p¨®mez. Una columna de peri¨®dico debe ser el reloj de arena que filtre la memoria de ese deseo que el lector sentir¨¢ ma?ana".