En la diana

Los Flechazos, el cuarteto de Le¨®n m¨¢s sesenta de Espa?a, ha vuelto a Madrid para ofrecer dos conciertos, viernes y s¨¢bado, en la sala Rev¨®lver. La particularidad de estos dos d¨ªas en directo es la grabaci¨®n de lo que ser¨¢ su nuevo trabajo, quinto ya en su discograf¨ªa, con los temas que han hecho de ellos una banda de culto.Los Flechazos son sin duda unos estudiosos de todo lo referente a la ideolog¨ªa, mentalidad y est¨¦tica musical que surgi¨® en los sesenta y que ellos recrean en su mundo paralelo a los sonidos duros que circulan mayoritariamente sobre los escenarios nacionales. La labor de entrega y la credibilidad de su inclinaci¨®n hacia el pop m¨¢s fresco y juvenil con historias de fondo, f¨¢ciles, que siempre dan la raz¨®n al p¨²blico, configuran una banda que sabe poner el ritmo a los d¨ªas de sol.

Sobre el escenario, el cuarteto mostr¨® su profesionalidad y efectividad, pero aun cuando su m¨²sica se mueve bien en el calor del baile, la distante presencia que Los Flechazos ejercen sobre las tablas muestra su constante y excesiva preocupaci¨®n por lo que est¨¢n haciendo en cada momento. Quiere tener todo bien atado, que nada falle, y as¨ª ocurre, con el inconveniente de transmitir siempre tensi¨®n y no dar espacio para lo que est¨¦ fuera de su c¨¢lculo. En su m¨²sica, lo que no es estribillo tambi¨¦n es estribillo, y dentro de ese arte y facilidad que tienen para dominarlo consiguen un resultado inmediato de aceptaci¨®n; dos horas de concierto repasando el mismo esquema convierten su m¨²sica en algo perecedero por lo limitado de sus creaciones y lo cerrado de su planteamiento. Pero su circuito cerrado de m¨²sica funciona, y el resultado es notable.

Temas propios, A toda velocidad, Arcoiris, Viviendo en la era pop, y versiones, en este caso una adaptaci¨®n instrumental de las Supremes, Stop! in the name of love, recogieron la aceptaci¨®n y diversi¨®n del p¨²blico que llen¨® la primera noche de su directo.