Gonz¨¢lez come el men¨² de los bosnios

La coordinadora del programa de refugiados en Madrid, Camino Puente, no imaginaba que cuando el diputado Ventura P¨¦rez Mari?o anunci¨® que har¨ªa una visita privada al albergue Numancia de Legan¨¦s con algunos compa?eros de esca?o, se iba a presentar el pasado jueves con el mism¨ªsimo presidente del Gobierno. La llegada imprevista de Felipe Gonz¨¢lez a esta colonia, donde conviven 60 refugiados bosnios, fue una sorpresa "muy agradable". Nunca pensaron que llegar¨ªan a recibir este apoyo del jefe del Ejecutivo. "Nos lo imagin¨¢bamos como alguien m¨¢s formal y tan ocupado que no podr¨ªa escucharnos".Eran poco m¨¢s de las dos de la tarde y en el comedor se serv¨ªa el primer plato. Los comensales que estaban m¨¢s cerca de la ventana reconocieron al presidente y lo anunciaron en voz alta, pero nadie les crey¨®. "Pensamos que era un broma".

Sin embargo, all¨ª estaba Felipe Gonz¨¢lez, dispuesto a disfrutar con ellos el men¨² del d¨ªa (verdura, pollo y mel¨®n). Bajo el calor agobiante de unas instalaciones sin aire acondicionado, en mangas de camisa y sentados en mesas y sillas del antiguo comedor escolar, compartieron m¨¢s de una hora de charla.

F¨¢tima Husrefovic destaca el conocimiento que el presidente demostr¨® de la historia de su pa¨ªs. "Sab¨ªa que Bosnia fue independiente hace casi 500 a?os, algo que muchos de mis compatriotas ignoran". Ella es una de las tres mujeres que ha podido reunirse recientemente con su marido, Sakir, un bosnio musulm¨¢n que ha pasado por el infierno de los campos de concentraci¨®n. M¨¢s dram¨¢ticos son otros casos, como el de las madres solas que tienen a sus maridos en las zonas de conflicto o en otros pa¨ªses europeos.

Una de las peticiones que de forma un¨¢nime formularon al presidente refugiados y responsables del albergue fue precisamente la necesidad de reagrupar los n¨²cleos familiares. "Si no conseguimos traerles ser¨¢ dificil que se integren en nuestro pa¨ªs", manifiesta Camino Puente, "porque no pueden pensar en un trabajo si su familia est¨¢ en peligro". En el Numancia conviven las tres facciones que se enfrentan en Bosnia, y no son raros los matrimonios mixtos entre croatas, serbios y musulmanes.

Jana, la mujer de Emil, uno de los int¨¦rpretes del albergue, destacaba la sencillez de Gonz¨¢lez, quien se mostr¨® muy interesado en conocer la opini¨®n de los refugiados sobre las negociaciones de Ginebra. "Vino a escucharnos y se comport¨® como cualquiera de nosotros, quiz¨¢ un poco decepcionado porque vio que ni confiamos ni somos optimistas con la posibilidad de alcanzar la paz en Ginebra, al menos por parte de los mismos Pol¨ªticos que comenzaron la guerra", explic¨®.

Despu¨¦s de dos horas y media, con la firma de aut¨®grafos y fotos de recuerdo, el presidente abandon¨® el albergue. Se llevaba toda una "reliquia" de una de las familias: un libro elaborado por los resistentes de Mostar sobre lo que la guerra ha hecho con este enclave hist¨®rico.

La visita de Gonz¨¢lez signific¨® un empuj¨®n m¨¢s para el nuevo reto al que se enfrentan los refugiados: vivir como cualquier otro en Espa?a. Se lo podr¨¢n contar cuando le devuelvan la visita. La pr¨®xima vez, en La Moncloa.