Los "cascos azules" espa?oles, entre dos fuegos

M. ?. V., Han pasado de ser los ¨¢rbitros en los litigios entre croatas y musulmanes a encontrarse entre dos fuegos. La escalada b¨¦lica, en un incontrolable ritmo, les ha obligado a replegarse en sus cuarteles. Diez soldados de la Agrupaci¨®n Canarias han pagado ya con su vida el tributo a la misi¨®n de paz, en apenas tres meses desde que el teniente Arturo Mu?oz fuera alcanzado por una granada en Mostar, el 13 de mayo.

Los 1.100 cascos azules espa?oles en Bosnia tratan de aguantar el tipo con los nervios a flor de piel y una sensaci¨®n de rabia e impotencia entre los dientes. Repartido en cuatro campamentos (Divulje, Dracevo, Medjugorje y Jablanica), el batall¨®n espa?ol de las Naciones Unidas trata de reabrir el corredor del Neretva y mantener, a pesar de los pesares, buenas relaciones con los jefes croatas del Consejo de Defensa Croata (HVO) y los musulmanes de la Armija (Ej¨¦rcito) bosnia.

La reducci¨®n al m¨ªnimo de las escoltas de convoyes humanitarios ha reorientado la tarea de los cascos azules espa?oles a labores de patrulla o al mantenimiento de veh¨ªculos y de instalaciones. A la espera de que amaine el temporal, muchos militares espa?oles se indignan por las limitaciones del mandato de la ONU. No les cabe en la cabeza que "un pat¨¢n de un control militar pueda detener un convoy de ayuda protegido por 10 blindados". Un muerto y 17 heridos la pasada semana en Jablanica por un bombardeo, cuyo origen no ha sido identificado de forma oficial aunque todo apunta a los croatas, es el ¨²ltimo precio del intento de mantener abierta una ruta que ser¨¢ vital para la supervivencia de Sarajevo y de toda Bosnia central cuando llegue el pr¨®ximo invierno.