Occidente estimula la fortaleza del yen para reducir el super¨¢vit comercial japon¨¦s
Los operadores de divisas en todos los mercados del mundo intentar¨¢n hoy forzar la barrera de los 100 yenes por d¨®lar, algo que ya estuvieron a punto de lograr el viernes pasado, cuando el billetelleg¨® a vender a 101,8 yenes. De hecho, el d¨®lar abri¨® hoy en Toldo a 101,57 yenes, uno de los cambios m¨¢s bajos desde la posguerra. El nuevo Gobierno japon¨¦s, que teme que la excesiva fortaleza de su moneda acabe con la a¨²n incipiente recuperaci¨®n econ¨®mica, ha hecho un llamamiento dram¨¢tico a sus socios occidentales para que sostengan el d¨®lar. Pero Occidente, que estimula un yen fuerte para frenar el super¨¢vit comercial nip¨®n, ha dado la callada por respuesta.
La compra desesperada de d¨®lares que el Banco de Jap¨®n realiz¨® el jueves y el viernes pasados tan s¨®lo logr¨® frenar ligeramente la velocidad de ca¨ªda de la divisa estadounidense. Consciente de la inutilidad de empe?arse en sostener el d¨®lar en solitario, el primer ministro japon¨¦s, Morihiro Hosokawa, recab¨® la semana pasada la ayuda de los pa¨ªses m¨¢s industrializados del mundo, el Grupo de los Siete (G-7). Hosokawa sabe que tan s¨®lo los bancos centrales, de forma coordinada, pueden afrontar con ciertas garant¨ªas de ¨¦xito una operaci¨®n rescate del d¨®lar frente a los especuladores, a quienes repetidamente ha acusado de ser responsables de la situaci¨®n.Para salvar la a¨²n d¨¦bil recuperaci¨®n de la econom¨ªa de su pa¨ªs, que depende ahora m¨¢s que nunca de las exportaciones, el Gobierno japon¨¦s ha recordado que sigue en vigor un acuerdo que el G-~7 adopt¨® en abril pasado por el que los pa¨ªses m¨¢s industrializados se compromet¨ªan a mantener la .estabilidad cambiaria.Apertura de mercados
En vano. Ninguno de estos, Gobiemos ha hecho el menor gesto o la m¨¢s m¨ªnima declaraci¨®n de buenas intenciones de acudir en ayuda de la moneda japonesa. "Algunos Gobiernos occidentales apuestan fuerte por una apreciaci¨®n del yen", asegura Robert Feldrnan, analista financiero de Salomon Brothers en Tokio.
Occidente se ha cansado de los super¨¢vit comerciales siempre crecientes de Jap¨®n con el resto del mundo, del dificil acceso a sus mercados y de su falta de cooperaci¨®n en las conversaciones para la liberalizaci¨®n del comercio mundial. "Los japoneses siempre dicen que van a reducir su super¨¢vit y a abrir sus mercados, pero luego hacen menos de lo que dicen", se?ala Henrick Lumholdt, de FG Inversiones.
Es cierto que existen razones financieras que explican la fortaleza del yen. Es cierto tambi¨¦n que la actual inestabilidad del Sistema Monetario Europeo (SME), que ha hecho buscar refugio en la divisa nipona a numerosos inversores, ha contribuido a ello. Pero el deseo de la, Administraci¨®n de Clinton de ver fortalecerse al yen es un seguro de cambio que los operadores valoran sobremanera. "El super¨¢vit comercial, los problemas de Jap¨®n con, el comercio mundial y sobre todo lo que piensan los Gobiernos occidentales son elementos que cuentan mucho a la hora de tomar posiciones en el mercado", admite un operador japon¨¦s en el mercado de divisas de Nueva York.
Los pa¨ªses industrializados han encontrado as¨ª el arma ideal. Un yen fuerte dificultar¨¢ las exportaciones japonesas, piensan. La fren¨¦tica sucesi¨®n de conferencias de prensa de agencias gubernamentales japonesas, ministros y empresarios rogando que alguien detuviese la ca¨ªda del d¨®lar el pasado jueves y viernes en Tokio, cuando ¨¦ste parec¨ªa hundirse irremisiblemente, es una buena prueba de ello. La apuesta, sin embargo, puede acabar mal. No s¨®lo una reca¨ªda econ¨®mica japonesa repercutir¨ªa sobre sus socios comerciales, y en primer lugar sobre Estados Unidos, sino que, adem¨¢s, el reci¨¦n formado Gobierno japon¨¦s, una coalici¨®n de siete partidos que abarca desde socialistas a conservadores, puede verse arrastrado a una seria crisis pol¨ªtica.
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