Zambullida de supervivencia
La agudizaci¨®n de la crisis reaviva la econom¨ªa sumergida en Espa?a
La econom¨ªa sumergida est¨¢ siempre ah¨ª. Agazapada. Si todo va bien, se repliega bajo m¨ªnimos, dejando las cenizas. Pero los malos tiempos atizan la brasa y avivan el fuego.Es lo que est¨¢ pasando. Cientos de empresarios de sectores como el calzado, el textil, la confecci¨®n, el mueble, el juguetero, la hosteler¨ªa o la agricultura se han sumergido en las profundidades de la realidad econ¨®mica, arrastrando consigo a miles de trabajadores. "700.000 parados trabajan en la econom¨ªa sumergida", seg¨²n Julio Alcaide, premio Jaime I de Econom¨ªa, y director de Estad¨ªstica de la fundaci¨®n Fondo, para la Investigaci¨®n Econ¨®mica y Social (FIES).
La econom¨ªa sumergida es desconocida por definici¨®n, seg¨²n coinciden todos los expertos consultados. Desconocida en cuanto a datos, claro. Porque en la comarca del Baix Vinalop¨®-Bajo Segura (Alicante), es una realidad bien presente. All¨ª, el 45% de los 20.000 trabajadores del sector del calzado y el textil trabajan en la econom¨ªa sumergida, dice Pascual Pascual, secretario general de CC OO en la zona. "Un dato que nadie desmiente", a?ade. La figura del repartidor, que se encarga de llevar a las casas la materia prima y recoger el producto elaborado, es m¨¢s familiar que la del cartero. La agudizaci¨®n de la crisis econ¨®mica se ha traducido en una expansi¨®n de la actividad irregular. "La econom¨ªa sumergida se ha ampliado a ciertos tramos del proceso productivo que antes se hac¨ªan en la f¨¢brica", dice Fernando Casado, secretario de acci¨®n sindical de CC OO de Valencia.
Algo que ratifica Pascual, que cuenta c¨®mo en su comarca el 90% de un zapato o una camisa lo hacen manos clandestinas. El 10% restante se reserva para la f¨¢brica. Una situaci¨®n que "explotar¨¢ cualquier d¨ªa", avisa.
Y no s¨®lo en su comarca. La econom¨ªa irregular se puede palpar en toda la Comunidad Valenciana, Catalu?a y Baleares, donde abunda la fabricaci¨®n de calzado o la confecci¨®n. En Baleares, por ejemplo, "el 95% de la actividad del calzado est¨¢ sumergida", seg¨²n explica Vicente Tur, de la patronal de Baleares.
Competencia desleal
"El caso Yanko [un conocido fabricante de calzado en suspensi¨®n de pagos por competencia desleal de la econom¨ªa sumergida] denota que hay un agravamiento de la econom¨ªa sumergida. Es una cuesti¨®n de supervivencia. Cuando la situaci¨®n econ¨®mica no da de s¨ª, llega un momento en que no se soporta la presi¨®n fiscal", dice Tur, que a?ade: "Los charcos de econom¨ªa sumergida impiden que todos los empresarios jueguen en igualdad de condiciones". Charcos que no paran de crecer. Galicia, Andaluc¨ªa y Castilla-La Mancha no escapan al fen¨®meno. El director del departamento de Econom¨ªa de la patronal catalana, Joaqu¨ªn Trigo, cree "es un fen¨®meno que se da en toda Espa?a".Santos Ruesga, director del departamento de estructura econ¨®mica de la Universidad Aut¨®noma, cree que a partir de 1985 la econom¨ªa sumergida disminuy¨® por la introducci¨®n de los contratos temporales, que abarataron la mano de obra, y por la recuperaci¨®n econ¨®mica iniciada entonces. "Si mi hip¨®tesis es correcta, ahora estamos en un momento de expansi¨®n", dice Ruesga.
Reducir costes es, muchas veces, la ¨²nica manera de so brevivir. Una realidad que llega hasta los despachos oficia les. El consejero de trabajo de la Generalitat, Ignaci Farreres, reconoce que "en ¨¦poca de crisis, hay actividad econ¨®mica que s¨®lo puede subsistir o ser rentable en condiciones de bastante menos coste". "Esto implica", a?ade, "que una parte encuentra su viabilidad en la econom¨ªa sumergida. La realidad es que la econom¨ªa irregular ayuda a mantener la actividad y una ocupaci¨®n que de otra forma no existir¨ªa".
?Y qu¨¦ sucede entonces con la cifra de paro oficial? "Es un disparate", afirma Julio Alcalde. "No hay quien se trague los famosos casi 3,4 millones de parados. La Encuesta de la Poblaci¨®n Activa (EPA) no se corresponde con la,realidad". Para Alcaide, la tasa de paro del Inem se aproxima m¨¢s a la realidad, porque los supuestos parados "por lo menos pasan por el Inem". A pesar de las reticencias, Alcaide reconoce que "el aumento del paro s¨ª responde a la realidad". Es precisamente lo lacerante del problema del desempleo, lo que impide a la Administraci¨®n actuar contundentemente contra la econom¨ªa irregular. En ello coinciden sindicatos, expertos e incluso las propias instancias oficiales.
Aplicar con rigor las leyes provocar¨ªa "unos problemas sociales de tal intensidad, que es mejor no tocarlo. Creo que hacen bien en no actuar. Es un mal casi inevitable", se resigna Alcaide. "No podemos quitarle a la gente su medio de vida", advierte Dulce Contreras, directora del departamento de An¨¢lisis econ¨®mico de la Universidad de Valencia.
Los empresarios tampoco est¨¢n por la labor. Vicente Tur, de la patronal balear, opina que el problema "no se arregla con poner un inspector fiscal en cada esquina". El consejero de trabajo catal¨¢n no cree en medidas coercitivas indiscriminadas. "Hay que crear las condiciones y est¨ªmulos suficientes para que las empresas sumergidas se normalicen y legalicen".
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