Altman, destructor de modelos
"Ya no recuerdo como empec¨¦; fue tras la II Guerra Mundial en la que yo hab¨ªa sido piloto; ten¨ªa 19 a?os, entonces entr¨¦ en el mundo del cine. Hitchcock fue el primero que me dio trabajo. El universo del cine ha sido mi vida y sobre todo me fascina el mundo de los actores donde hay un happening cultural constante. A ellos les debo mi ¨¦xito".
Robert Altman, tiene hoy 68 a?os y, haciendo gala a sus or¨ªgenes de Kansas, va siempre con un sombrero vaquero. Con MASH le lleg¨® el reconocimiento internacional y le vali¨® el adjetivo del cl¨¢sico experimental; de ah¨ª que asegure: "lo ¨²nico claro en la historia del cine es que no busco destruir la estructura cl¨¢sica sino hacerlo m¨¢s accesible y s¨®lo destruir el modelo".
Gracias a The player logr¨® su proyecto que anidaba desde hac¨ªa unos a?os, Short cuts, su filme presentado en Venecia. "Es lo mejor que jam¨¢s he realizado, dice. Short cuts es una parodia de la Am¨¦rica de hoy y de su crisis de valores.
Esta basada en ocho historias y una poes¨ªa de Raymond Carver. Es una visi¨®n de la sociedad desde las peque?as luchas cotidianas y los dilemas de la gente ordinaria, perdedores y v¨ªctimas de sus circunstancias".
Short cuts resulta una visi¨®n un tanto pesimista, pero a?ade el director americano, "creo que las sociedades actuales est¨¢n ardiendo, nos estamos destruyendo. Sin embargo, soy optimista en cuanto a la capacidad de los seres humanos para renovarse constantemente. Pero algo apolog¨¦tico tiene que suceder, porque admiramos las cosas err¨®neas: a la gente por lo que tiene y no por lo que hace. Y la sociedad americana es tan s¨®lo el espejo porque Europa est¨¢ tan s¨®lo unos cuantos a?os atr¨¢s. Somos sociedades basadas en la codicia". Mientras tanto, Altman utiliza la iron¨ªa. "Es mi tabla de salvaci¨®n, pero debe surgir por accidente y en ello me diferencio de la pureza de los artistas".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.