"Dos hombres intentaron violarnos", dicen las tres j¨®venes desaparecidas

La tarde del domingo hab¨ªan celebrado el cumplea?os de un amigo bailando sobre sus zapatos de plataforma en una discoteca de la calle de Atocha. Al salir del local -se acercaba la med¨ªanoche-, nadie volvi¨® a saber de ellas, hasta que ayer por la ma?ana la Guardia Civil localiz¨® a las tres chicas en la estaci¨®n de tren de Segovia. No quer¨ªan volver a Madrid, pero dijeron que no se trataba de una aventura. El taxista que las recogi¨® y otro hombre que subi¨® al coche llevaron a las j¨®venes a un descampado en Segovia e intentaron violarlas.

Las familias de Amanda Gin¨¦s M¨¦ndez-Hurtado, de 17 a?os, de su hermana Virginia, de 15, y de la amiga de ambas Alicia Corral Bl¨¢zquez, tambi¨¦n de 17 a?os, hab¨ªan alertado a la prensa, presentado denuncia y divulgado sus caras, seguras de que no se trataba de una huida adolescente, pero la Guardia Civil de Segovia ve a¨²n "puntos oscuros" en el suceso. Cuando las encontraron, dos de las j¨®venes presentaban algunas heridas leves: una de ellas, en el pecho, y otra, ara?azos m¨¢s profundos en la frente.Las chicas relatan que, cuando salieron de la discoteca Titanic, estuvieron esperando un autob¨²s, pero se retrasaba y decidieron pedir 5.000 pesetas a un amigo para tomar un taxi. Las tres j¨®venes declaran que efectivamente pararon a uno en la calle de Atocha, frente al local. Cuando enfilaban el paseo del Prado para dejar a Alicia en su casa, en la calle de Ortega y Gasset, un segundo hombre aprovech¨® un sem¨¢foro en rojo para subirse en la parte trasera del veh¨ªculo.

Siempre seg¨²n las chicas, los dos hombres las condujeron a un paraje junto a un r¨ªo en el que hab¨ªa una f¨¢brica en ruinas. En esa zona cercana a Segovia las retuvieron una media hora. All¨ª obligaron a bajar del coche a Virginia, que antes de abandonar la ciudad hab¨ªa intentado saltar del coche en marcha. Las otras dos forcejearon dentro del veh¨ªculo con los agresores. El conductor, un hombre bajo y gordo de unos 50 a?os, llevaba camisa a rayas y pantal¨®n de vestir. El otro, de traje, ten¨ªa unos 60 a?os y usaba barba.

Las abandonaron cuando despuntaba la aurora del lunes en ese descampado, contin¨²an relatando. Estuvieron una media hora sin hablar palabra y comenzaron a andar -unas cinco o seis horas- hasta llegar a Segovia. Por el camino recalaron en un convento donde pidieron ropa -iban vestidas con minifaldas y corpi?os- y algo de dinero.

La Guardia Civil no se explica que las tres j¨®venes deambulasen por Segovia casi un d¨ªa entero sin avisar a nadie. Ellas se justifican diciendo que Virginia intent¨® convencer a su hermana y a su amiga Alicia, pero ambas ten¨ªan miedo porque los hombres hab¨ªan tomado sus datos y amenazaban con tomar represalias si contaban lo ocurrido.